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Trabajadores de seguridad, que llevan meses sin cobrar, se manifiestan ante Presidencia

Prestan servicio en dependencias como el hospital de Riaño o la Casa Malva y piden subrogar sus contratos a una empresa solvente

Trabajadores de la empresa de seguridad privada "Marsant" concentrados a las puertas del Palacio de Presidencia del Principado / Ángel Fabián

Oviedo

Los trabajadores de la empresa de seguridad Mersant, que llevan sin cobrar desde octubre o enero (según casos), han vuelto a llevar su protesta ante la sede de la Presidencia del Principado para reclamar una re-adjudicación de los contratos de esta empresa con la Administración y la subrogación del personal.

Mersant Vigilancia tiene a su cargo la seguridad de varias dependencias públicas, como la sede central del SESPA en Oviedo, el CREDINE o el hospital de Riaño, en Langreo, la Ciudad de Vacaciones de Perlora o la Casa Malva, en Gijón. Está cargada de deudas y no paga a sus trabajadores, alguno de los cuales no perciben un solo euro desde octubre. Los más afortunados han llegado a cobrar hasta diciembre. Son 27 trabajadores que están en huelga indefinida y esta mañana, como tienen previsto hacer todos los jueves, se han concentrado en Oviedo ante la sede de Presidencia.

Algunas Comunidades en las que esta empresa prestaba servicios similares a los de aquí, han procedido a adjudicar el servicio a otra y subrogado los contratos de su personal. Es lo que le piden al Gobierno asturiano que haga Rafael Bravo, de CCOO y José Manuel Fernández, de UGT. Bravo ha pedido al Gobierno de Barbón “que contrate a otra empresa que se haga cargo de estos servicios, que facilite cobrar a los compañeros y que no ponga en riesgo la seguridad tanto de los trabajadores como los usuarios de los servicios”. Para José Manuel Fernández “es incomprensible que otras comunidades autónomas, como Galicia o Andalucía estén dando ya salida a esta situación y Asturias todavía no haya tomado decisiones".

Aseguran que entre los trabajadores se están dando situaciones dramáticas, después de tres meses, en algunos casos cuatro, sin percibir salario alguno.