La patronal hotelera se ahorra 50 millones de euros por la sobrecarga laboral de las camareras de piso
Así lo concluye un estudio de la Universidad de La Laguna sobre las condiciones laborales en el sur de Tenerife, que también indica que las empresas dejan de cubrir hasta 3.400 puestos de trabajo
Camareras de piso / europa press
Santa Cruz de Tenerife
Hasta 50 millones de euros. Son los beneficios que obtienen las patronales hoteleras por la sobrecarga de trabajo a la que someten a las camareras de piso. Es una de las conclusiones del estudio de las condiciones laborales de estas empleadas en el sector turístico del sur de Tenerife desarrollado por el Grupo de Investigación sobre el Subdesarrollo y el Atraso Social (GISAS) de la Universidad de La Laguna.
Se trata de una investigación desarrollada a través de entrevistas anónimas con el fin de evitar que las empresas tomen represalias contra limpiadoras. "Les comentamos que, para poder hablar de la forma más libre, no íbamos a dar sus nombres. Los nombres que aparecen, cuando se publiquen, son inventados", ha explicado en unas declaraciones realizadas a la SER en Canarias el coordinador del grupo, Víctor Martín.
El experto ha cifrado en 3.400 los puestos de trabajo que no cubren actualmente las empresas. Esto se traduce, directamente, en "50 millones de euros de ahorro anual de la patronal" ya que cada cinco mujeres en situación de sobrecarga laboral, "se ahorra un puesto de trabajo".
Además, ha señalado que "desde la crisis de 2008 se produjo un recrudecimiento de las condiciones de trabajo (...) Es una de sus principales reivindicaciones, su disminución". Así, desde hace ya más de una década, la carga laboral ha aumentado entre un 20 y un 30 por ciento.
El coordinador también ha revelado que, de las empleadas entrevistadas, la mitad tiene un parte de discapacidad por daños físicos y psicológicos que les imposibilitan seguir trabajando como camareras de piso. Asimismo, ha lamentado que "a día de hoy, los trabajadores no pueden hablar de sus condiciones laborales porque, si son identificadas, pueden sufrir represalias". En este sentido, ha incidido en que "la sindicación ya es un síntoma de señalamiento para las personas que se atreven a hacerlo".
