Las guerras incendian las pasiones, pero no suelen traer ni una gota de agua de más
La Columna de Carlos Arcaya: «Las guerras incendian las pasiones, pero no suelen traer ni una gota de agua de más»
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Alicante
En esta provincia, de recursos escasos y de infinitiva paciencia, por fin, el agua nos da una buena noticia. Incluso los regantes hablan de un acuerdo histórico.
Y es que, tras una década de espera, el próximo mes empezarán a llegar al Vinalopó parte de los 18 hectómetros cúbicos de agua del Júcar previstos para este año. Y lo hará a un precio razonable para los agricultores y con el compromiso de que se hagan las obras necesarias para que el agua, una vez en su destino, pueda ser repartida por todas las explotaciones.
Es una buena noticia para nuestro campo, para evitar que se sigan abandonando cultivos que deben recuperar buena parte de su rentabilidad; y, en general, también es una buena noticia para nuestro medioambiente, para evitar que el terreno se siga desertificando y para dejar de esquilmar nuestros sobreexplotados acuíferos, en este escenario de cambio climático.
La decisión da estabilidad hídrica a esta zona de Alicante y demuestra que el diálogo y el pacto es la vía para solucionar problemas. Que las guerras, interesadas guerras, en muchos casos, solo sirven para incendiar las pasiones, pero no suelen traer ni una gota de agua de más.
