El Rayo Vallecano asalta el Camp Nou y ahonda en la crisis del Barça

Un duelo que se antojaba poco atractivo con pocos alicientes para sentar a los aficionados del balompié en el sofá a disfrutar de su deporte favorito. Por un lado, el Barça, que llegaba al choque tras dos derrotas consecutivas en casa y una victoria más que sufrida a domicilio. El Rayo Vallecano, por su parte, había vuelto a ganar un partido de Liga cuatro meses después.

¿En juego? Los locales buscarían amarrarse a la segunda plaza y los del barrio madrileño certificar la permanencia. ¿Sobre el césped? Un carrusel de emociones. Es la segunda victoria del Rayo en el Camp Nou. Jon Andoni Pérez 'Bolo' fue el héroe de aquella noche mágica del año 2000 con un doblete para la historia. Hoy, Álvaro García, ha escrito una nueva página dorada en la historia del club.

Un Rayo efectivo frente a un Barça inoperante

De entrada, Andoni Iraola dejó en el banquillo a Óscar Trejo en detrimento de Unai López, con el firme objetivo de reforzar el centro del campo. Declaración de intenciones del técnico vasco. El plan que había establecido el Rayo dio sus frutos nada más empezar el partido. Saltó rápido la sorpresa en el Camp Nou con el balón de Isi Palazón que sobrevoló la defensa culé con destino Álvaro García, el cual embocó en gol tras una volea magistral desde la frontal. 0-1 y más drama para la entidad azulgrana.

El Barça reaccionó, cómo no, pero con un fútbol embarrado. Se vislumbró mucha falta de claridad en los últimos metros y la posesión era abundante y poco vertical. Pareciera que Xavi se había desvanecido del banquillo 'culé'. Hasta el minuto 25, el Rayo Vallecano estuvo cómodo y bien plantado en el fuedo catalán. Fue en ese momento cuando Jordi Alba, con su pierna menos hábil, mandó un balón a la cruceta que, en un primer momento, pareció menos peligroso.

Acumulación de acciones desesperadas con tan solo media hora de partido. Dimitrievski se empeñó en darle vida a los de Xavi, despejando un balón de puños de forma casi inexplicable y los locales se empezaron a venir arriba. Al filo del descanso, Gavi mandó el balón al larguero y Ferrán, en fuera de juego, batió al guardameta macedonio con una vaselina exquisita. No valía, las alegrías no llegaban y, con dicha acción, el Barça se convertía en el equipo que más remates ha estrellado en el poste en la Liga esta temporada (18 en total).

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Sin reacción por parte del Barça

El FC Barcelona siguió con el guión de partido establecido por Andoni Iraola. Y eso que Xavi Hernández trató de que esto no sucediera introduciendo cambios y buscando alternativos sobre el césped. Pero no. Con mucha menos posesión el Rayo dominaba el partido y generaba desesperación entre los azulgranas. Los de Iraola montaron el campamento base en la portería izquierda y no autorizó la entrada de ningún futbolista rival.

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El bloque en ataque era total y, a pesar de que el Barça generaba ocasiones, no eran lo suficientemente claras como para meter en problemas al conjunto madrileño. La desesperación se adueñó de los pupilos del técnico de Terrassa que, como viene siendo habitual, comenzó a colgar balones en busca de un remate aislado de Luuk de Jong. Sin embargo, el ariete holandés no entró prácticamente en juego y el FC Barcelona estaba desbocado.

No hubo manera de derribar el muro del Rayo que resistió en uno de los escenarios más complicados del mundo. Los fantasmas del descenso empezaban a asomarse por el barrio de la capital después de una segunda vuelta dramática. En tres días mágicos por la Ciudad Condal, los de Vallecas han renovado un año más en la máxima categoría del fútbol español.