Quijoteando bajo la lluvia en Aranda

Aranda de Duero

Esta vez no fue la pandemia, sino la lluvia la que amenazó con dejar por tercer año consecutivo a la peña El Chilindrón sin la lectura colectiva de El Quijote en el Día del Libro, uno de los actos culturales que ha consolidado en los últimos años. Pero las ganas pudieron más y, contra los elementos, el acto pudo llevarse a cabo en el escenario habitual, frente a la entrada de la bodega de la peña, con el apoyo de los establecimientos de la zona que aportaron algunas sombrillas para guarecerse de la lluvia.

Tras haber completado a lo largo de las ediciones pasadas la lectura de la obra completa de Miguel de Cervantes, comenzó otra vez desde el principio, en este caso con la adaptación al lenguaje más moderno que hace unos años llevó a cabo Andrés Trapiello. Y con la novedad de que la librería Todolibro se unió a la conmemoración sacando a la calle un puesto con algunas de las novedades editoriales más destacadas así como una selección de obras de autores ribereños o vinculados por distintos motivos a la comarca. Algunos de ellos estuvieron presentes y participaron en el acto, como es el caso de Daniel Velázquez, Míriam Cardizales, Javier Cobo, Estefanía Quintana y Juan López, en la buena compañía de José Antonio Cebas, miembro de la Peña e impulso de esta iniciativa cultural de la lectura continuada de El Quijote.

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La lectura de El Quijote se desarrolló en la medida de lo posible con el entusiasmo de los miembros de la peña El Chilindrón, que no solo ambientaron el lugar y la propia bodega, sino que también hicieron “revivir” al propio protagonista del acto, con sus calzas y su gola impecable, e incluso con el escudo de Aranda cosido a modo de insignia en el pecho.