Una vibrante Embajada Mora da paso a la batalla entre las tropas por conquistar la villa de Alcoy

Alcoi

Alcoy está recreando este domingo la batalla que enfrentó en 1276 a los moros y cristianos por conquistar la villa. Las huestes de la media luna están decididas a dar el último paso para ser dueñas de estas tierras y, para ello, han enviado a un emisario para pedir a los cristianos la rendición del castillo. El jinete de la Filà Cordón portaba el mensaje que ha entregado al capitán del bando de la cruz y éste ha roto la misiva como respuesta negativa a la oferta de sus contrincantes.

El enviado árabe, en veloz carrera, ha regresado al asentamiento para decirle a los suyos que los cristianos no daban su brazo a torcer. Ante la no rendición, el caudillo Al Azraq ha enviado a su embajador para que negociara.

La interpretación en directo de la fanfarria Fortuna favorable de José María Valls Satorres, y a cargo de un quinteto de metal y percusión de la Música Nova d'Alcoi, desde la puerta del castillo ha marcado la espera a la llegada del embajador moro. Sobre las 10:30 horas, Óscar Martínez, que este año se estrena en el cargo de embajador, ha hecho su entrada a la plaza de España para intentar convencer, con sus palabras, a los cristianos para que dejaran la villa.

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En el castillo le esperaban los máximos mandos de bando cristiano y ha iniciado el diálogo con el capitán cristiano, que en esta embajada ha sido representado por Manolo Valls, y el embajador cristiano Ricard Sanz. Iba avanzando el ofrecimiento, pero los cristianos se resistían. De modo que el embajador moro, al final, ha dado por concluida la negociación al grito de “¡Viva Al Azraq! Tomemos el castillo”, a lo que ha sido respondido por el embajador cristiano “Alcoians, per Sant Jordi i Aragó, a defensar la fe de Jesuscrist”.

Un fuerte aplauso ha seguido este vibrante final de la Embajada Mora con un extraordinario debut de Óscar Martínez que ha recibido muchas felicitaciones de los espectadores que se congregaban en la plaza de España en esta soleada mañana del 24 de abril.

Para Ricard Sanz también ha sido especial puesto que es su último año en el cargo y se le ha visto emocionado en el castillo tras el parlamento junto a su compañeros de bando de la cruz.

Numeroso público ha seguido el parlamento desde la Bandeja y las tribunas situadas en el céntrico emplazamiento. Una representación que ha sido traducida a la lengua de signos ya que un grupo de espectadores ha seguido el diálogo entre los moros y cristianos gracias a su intérprete.

La Embajada ha dado paso al estruendo de la batalla de arcabucería que terminará con la toma de la fortaleza festera por parte de los soldados de Al Azraq.