Historia y origen de las vacunas

Hoy día todos somos conocedores de la importancia de la vacunación para el control de la morbimortalidad de las enfermedades infecciosas, ha demostrando ser la estrategia más efectiva y eficiente de prevención primaria con que cuenta la Salud Publica en la actualidad, según hemos constatado en esta última pandemia originada por el virus SARS- COV- 2 que aún sigue en curso en nuestro planeta.

Es a finales del siglo XVIII, donde situamos el origen de las vacunas tal y como las conocemos en la actualidad, cuando el médico ingles Edward Jenner observó que las personas que trabajaban cuidando del ganado parecían inmunes a la viruela.

A comienzos del XIX, cuando la viruela seguía siendo la pandemia más mortífera de la historia, con una mortalidad de más del 30% ,  entra en juego la figura de Isabel Zendal y la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.

Isabel Zendal, fue nombrada la primera enfermera en misión internacional, aunque han tenido que pasar más de 200 años para conocer su nombre y legado, luchadora excepcional, olvidada por la historia en parte por ser mujer.

Durante el siglo XX, tras los descubrimientos de Pasteur y Chamberland, se desarrollaron gran cantidad de vacunas para muchas de las enfermedades graves que afectaban a la humanidad, como la TBC, el sarampión, la hepatitis B, enfermedad de Lyme o la poliomielitis.

Actualmente hay un montón de vacunas para enfermedades muy diversas, más de 40 vacunas combaten 25 enfermedades evitables y se aplican de forma regulada en niños y adultos.

Gracias a estos ayudantes de nuestro sistema inmunitario se estima, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que las vacunas evitan la muerte de unos tres millones de personas al año, siendo 2,5 millones de ellos niños.