La pintemos como la pintemos, la ordenanza contra la mendicidad y la prostitución es inútil
La Columna de Carlos Arcaya: «Ordenanza contra la mendicidad y la prostitución: la pintemos como la pintemos, es inútil»
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Alicante
La pasada semana el Ayuntamiento de Alicante rechazaba la suspensión cautelar de la ordenanza contra la mendicidad y la prostitución tras el recurso presentado por Unidas Podemos ante el Tribunal Superior de Justicia.
En esta emisora ya han escuchado a profesores de Derecho Constitucional y criminólogos asegurando que este tipo de normas no solo son inconstitucionales, también son innecesarias, ya que el Código Penal vigente tipifica las acciones coercitivas que puedan ser delito.
Entre los argumentos para rechazar la suspensión cautelar de la medida, los servicios jurídicos del consistorio sostienen que su objetivo es "cohonestar los intereses de todos y cada uno de los usuarios de los espacios públicos y preservar la convivencia entre los ciudadanos".
Al respecto, si nos vamos a la RAE, el verbo cohonestar tiene dos acepciones. Por una parte, "hacer compatible dos o más cualidades, actitudes o acciones". Y por aquí -creo- va nuestro consistorio. Pero también significa, "dar apariencia de justa o razonable a una acción que no lo es".
Y es que, la normativa, además de no ser razonable, la pintemos como la pintemos, es inútil. Y esto también lo dicen los especialistas en Constitucional y Criminología.