La vuelta al cole sin mascarilla: "Me da vergüenza pero estoy cansada y no me la voy a poner"

Palma

Los alumnos dicen adiós a las mascarillas dentro de las clases, en su inmensa mayoría se reconocen cansados, agobiados y dicen que tenían muchas ganas de este paso. Los menos, se muestran reticentes, sobre todo de cursos inferiores por vergüenza o superiores por la cercanía a los exámenes de selectividad.

A primera hora el Instituto Ses Estacions de Palma es un hervidero de jóvenes sin mascarilla, hay alguno que sí la lleva puesta, pero apenas 4 ó 5 entre la multitud. Hay un grupo de 1º de FP sentados en las escaleras, son dos chicos y dos chicas que nos cuentan que tenían ganas de decirle adiós al complemento, que les ha costado llevarlo en clase y que no creen que haya caras nuevas, porque todos se han visto merendando en el patio o de excursión, otra cosa son los profesores, la apuesta mayoritaria es que se la dejarán puesta.

Son la tónica dominante en todas las edades, la mascarilla se quedará en la mochila, desde Saray de primero de la ESO que reconoce que estaba agobiada de llevar el cubre bocas tantas horas, pasando por Alba o Aaron de 2 y 3 de la ESO, a Alba le da vergüenza pero no la va a llevar y Aaron ni se lo piensa, adiós al cubrebocas, como David de 1º de Bachillerato. Creen que sus compañeros harán igual, no la llevarán puesta y los profesores, casi todos, a cara descubierta.

Camilo de 1º de Bachillerato lleva la mascarilla en la barbilla y se la pone cuando me acerco, en principio llevará la mascarilla puesta en clase, por hábito, sabe que será de los pocos y por eso luego reconoce que quizá acabe guardándola. Alba de 2º de Bachillerato no tiene dudas, no se la quita que los exámenes de Selectividad están a la vuelta de la esquina.

Me quedo con la duda de lo que hará María Laura de segundo de Bachillerato, mascarilla en la barbilla y móvil en la mano espera apoyada en una pared a que lleguen sus amigas para entrar en clase. Aún no sabe qué hará, piensa que estará rara, aunque sí que ha visto todas las caras de sus compañeros nos cuenta, pero le faltan algunas de los profesores.