Otoño caliente en Francia

Madrid

Emmanuel Macron dijo que había que dar respuestas a la cólera de los franceses que han mostrado su descontento votando a Marine Le Pen. Pero una respuesta, así, en abstracto, no quiere decir nada. Más vale que se dé prisa en aclarar en que está pensando, porque las elecciones legislativas pronto y puede encontrarse con una mayoría parlamentaria radicalmente enfrentada con la presidencia de la República. El colmo de la humillación para Macron sería, desde luego, tener que recibir en el Eliseo, como primer ministro, a alguien designado por la propia Le Pen. No es probable, pero quienes han expresado su cólera votando más a Le Pen que a Macron, están en su mayor parte, según las encuestas a pie de urna, en las franjas de edad de 25 a 34 años y de 50 a 64, son obreros y empleados, llegan mal a fin de mes y un número no escaso de ellos (un 17%) votó en la primera ronda a Melenchon, es decir a una izquierda radical. Es a ellos a quienes Macron debe ofrecer algo, pero es difícil creer que su propuesta les vaya a satisfacer. Más bien cabe esperar un otoño muy caliente, con movilizaciones en la calle. Y las pueden protagonizar tanto Le Pen como Melenchon.