La ciencia y la historia tras la fábrica de gas que alumbraba A Coruña
La ciudad herculina se convirtió a mediados del XIX en una de las primeras en España que contaba con este servicio

Coruña Científica (26/04/2022)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
A Coruña
Hubo un tiempo en que una chimenea de 35 metros de alto dominaba la ensenada del Orzán. Era la chimenea de la Fábrica de Gas de A Coruña, que lo que permitió en su momento fue iluminar las calles de la ciudad. Así que vamos a descubrir cómo ocurrió aquello, cómo funcionaba y la ciencia que encerraba.
Fue en 1853 cuando se sacó a concesión el alumbrado por gas de la ciudad y se creó la Fábrica de Gas de A Coruña que se instaló en el número 6 de la calle del Socorro (actual calle del Socorro también, después de muchos años como Juan Canalejo), en medio del barrio del Orzán, y empezó a funcionar un par de años después. Estamos a mediados del siglo XIX y A Coruña se convirtió entonces en una de las primeras ciudades españolas que contaba con este adelanto, que había estrenado Barcelona unos años antes y que también ya había en Madrid. Este sistema de alumbrado por gas acabaría con el alumbrado público de aceite, que entre otros problemas se apagaba fácilmente con el viento.
¿Cómo funcionaba aquel alumbrado?
El alumbrado a gas representó una punto intermedio entre el anterior, que como decimos era de aceite, y el siguiente, de electricidad. El gas lo conseguían por de la destilación seca de la hulla, un tipo de carbón. En esencia este proceso consiste en someter a la hulla a grandes temperaturas, y en el proceso se generan gas, alquitrán y coque, por eso este proceso también se conoce como coqueizado. La hulla se introduce en una cámara en cuyo interior se alcanzan temperaturas de alrededor de mil grados que rompen los enlaces del carbón. El gas que se obtenía se canalizó y utilizó en principio para el alumbrado público y con el tiempo también se llevó hasta las casas, era el denominado gas ciudad. La luz de gas transformó la vida del siglo XIX, permitió iluminar las calles por la noche, haciéndolas más habitables, y permitiendo que la vida se alargase tras la puesta de sol. Las primeras lámparas de gas eran bastante rudimentarias y no emitían mucha luz, pero se mantenían encendidas a pesar del viento. Lo que en esta ciudad como A Coruña sin duda fue todo un adelanto.
¿Cómo era aquella fábrica?
La fábrica era un bloque de hornos que encima tenían los depósitos de carbón. Y como comentabas al principio, lo más llamativo era su chimenea de 35 metros —la torre de Hércules tiene 55, por hacernos una idea—. Poco después de su inauguración, se amplió por la necesidad de llevar el alumbrado de gas también a la periferia de la ciudad. Así que llegó a ocupar una importante parcela entre la calle Socorro, la calle Sol y la calle Hospital. En el año 1924 se produjo un importante incendio que desalojó a toda la zona por temor a una gran explosión, aunque finalmente consiguió controlarse antes. Después de eso se reinauguró en 1929 y estuvo en funcionamiento hasta el año 1945, cuando fue adquirida por Fenosa. De todos modos, su imponente chimenea continuó en pie hasta 1958, cuando fue desmantelada.
Entonces algunos de nuestros oyentes pueden recordar esa chimenea
Seguro que sí, y aunque el alumbrado por gas sea algo en desuso, algunas ciudades europeas como Londres o París todavía conservan farolas de gas en funcionamiento en sus calles. Incluso hay recorridos para verlas. Si tenemos la suerte de viajar a alguna de estas ciudades, es posible que nos tropecemos con este alumbrado que proporcionan una atmósfera así como con algo de misterio. Por supuesto hoy día estas farolas utilizan gas natural, ya no gas obtenido de carbón. También es el tipo de luz que tienen las lámparas para acampar, en este caso suelen usar gas butano y pueden recargarse.
¿Cuál es la diferencia entre el gas natural y aquel gas ciudad?
Antes de que llegara el gas natural a las ciudades, el gas ciudad, también conocido como el gas de alumbrado, era el que se utilizaba para el alumbrado público pero también en muchas viviendas como la principal fuente de energía. La composición del gas natural, que llega hasta aquí canalizado desde yacimientos, es un producto del petróleo que tiene como componente principal el gas metano, en un 97%. Sin embargo, el gas ciudad tiene un composición variable en función de cual sea el carbón del que se obtenga. Respecto al poder calorífico, el gas natural tiene un 40 % más. También en teoría el gas natural es más barato, pero ahora mismo no tengo muy claro que sea así tal y cómo están los precios… Esperemos que bajen. Al menos ahora conocemos más de la ciencia del gas que llega a nuestras casas y cómo ha sido su historia en A Coruña.




