“Los plazos de pago a proveedores que presenta la administración no son reales”

Logroño

Un informe elaborado recientemente por CEPYME, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa revela que actualmente la morosidad les cuesta a las empresas españolas 1200 millones de euros, es casi un 18 por ciento más que en 2020. Así mismo el período medio de pago a proveedores es superior a 82 días, muy por encima de los 60 que establece la ley.

Estos impagos o estos retrasos en los pagos obligan a las empresas adeudadas a recurrir a créditos, con el tipo de interés del 3 por ciento, que, como decimos, en muchos casos ponen en peligro la propia viabilidad de la empresa.

Afecta fundamentalmente a los negocios más pequeños, que cuentan con mayores dificultades de acceso al crédito y que sufren especialmente la morosidad al ser proveedores de otras compañías con mayor tamaño, o incluso de administraciones públicas.

Hay sectores además que disparan ese periodo de retraso en el pago, el textil por ejemplo se va hasta los cien días, pero en la construcción y promoción ese periodo de pago supera los 103 días.

En medio de este panorama nacional, La Rioja no es una de las comunidades autónomas que peor está, pero aun así sigue rebasando con creces lo que deberían ser unos pagos ajustados a la ley.

El secretario general de la Federación de Empresas de la Rioja asegura “estamos ante un mal endémico” que pone en peligro la viabilidad de muchas empresas. Eduardo Fernández asegura que afecta además exactamente igual entre empresas que entre empresa y administración porque, aunque los plazos que presentan de pagos a proveedores se ajustan a la ley, la realidad es muy distinta ya que “desde la presentación de una factura hasta que la administración inicia los trámites puede pasar mucho tiempo”.

Fernando Melchor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos recalca que para este tipo de trabajadores el problema es aún es mayor “porque no tienen capacidad financiera para soportar esos retrasos en el pago”.

La morosidad además, según Melchor provoca un efecto cadena por el que si una empresa proveedora de la administración no cobra, tampoco puede pagar a los pequeños proveedores que le han abastecido de productos o servicios.