Teresa Sanjurjo: "Conocer el patrimonio de Felipe VI es una declaración de intenciones que hizo cuando fue proclamado rey de España"

Asturias

La próxima semana se reunirá el jurado del primer premio que se falla en esta edición, el de las Artes. Tras dos años de encuentros telemáticos, las deliberaciones vuelven a ser presenciales. ¿Han echado de menos la calidez de los apretones de manos?

Muchísimo, lo hemos echado de menos muchísimo y no solamente desde el punto de vista personal, sino también desde el punto de vista de la propia Fundación porque la riqueza de un debate en persona, con más tiempo, con matices y con calma, indudablemente aporta mucho, aunque tenemos que agradecer que la tecnología nos haya permitido seguir con nuestros premios en dos años tan complicados como fueron el 2020 y el 2021. Para nosotros era clave aunar dos objetivos muy importantes: conservar la salud de todos, cuidar la salud de todos y mantener la misión de la fundación y la actividad. En conjugar ambas cuestiones y hacerlo con el máximo rigor nos empleamos a fondo y efectivamente lo conseguimos, pero como decía, estamos deseando volver a la presencialidad.

El año pasado la ceremonia de entrega volvió al Campoamor, aunque con un aforo limitado al 60 por ciento de las 1.313 butacas del teatro. ¿Estará al completo el próximo mes de octubre?

El año pasado todavía fue menos porque nosotros disponemos de 1.300 butacas útiles, descontadas todas las de medios técnicos y otras cuestiones organizativas. Hubo alrededor de 400 personas sentadas en el teatro, es decir, menos que el 60%. Esperamos que este año, si la situación definitivamente se estabiliza y queda controlada, podamos ir al aforo completo, es lo que queremos.

¿Cuándo se reunirá el patronato para designar al próximo presidente?

Nuestro patronato se tiene que reunir dos veces al año de forma obligatoria. La primera en el primer semestre para aprobar las cuentas del ejercicio anterior y la segunda en el último trimestre para aprobar el presupuesto del ejercicio siguiente. Es decir que este punto, muy relevante para la Fundación, se decidirá en el Patronato de mayo-junio o en el de diciembre. Luis Fernández Vega es un presidente estupendo, entiende fenomenal las dinámicas de la Fundación y también entiende cuáles son nuestros principios estatutarios. Se adapta el primero y es el que mejor lo hace.

Deja el cargo porque llega a la edad de jubilación que establecen los estatutos. Seguro que son las jubilaciones menos deseadas.

Efectivamente, los estatutos establecen un límite de 70 años para ocupar la presidencia, la dirección y la Secretaría de la Fundación y como en su caso lo hizo Matías Rodríguez Inciarte y antes que él, sus antecesores, hay que cumplir ese precepto estatutario. La verdad es que han sido unos años muy intensos porque hemos tenido la alegría de la primera presencia de la Princesa de Asturias aquí y también dos años tan interesantes y tan intensos como los años de pandemia que verdaderamente han sido un reto y difíciles para todos. Hemos navegado bien con Luis (Fernández Vega) en la presidencia.

Parece que los ilustres de la Humanidad no se agotan, con más de 300 candidaturas. ¿Tiene la Fundación la vocación de descubrir al mundo esas personas y colectivos, además de premiar su labor?

Esa es una parte de la tarea que desarrollamos todos los años y cada edición tenemos nombres muy conocidos por el gran público, sin necesidad de estar especializado en un tema concreto pero es verdad que todos los años también descubrimos personas nuevas, instituciones nuevas que llevan gran parte de su vida desarrollando tareas muy muy loables y que por no pertenecer a su ámbito de trabajo o porque se trata de cuestiones muy especializadas no los conocemos. Esa parte de descubrimiento también es algo algo muy interesante que consiguen los premios y que a mí personalmente me encanta. Como espectadora de los premios y como persona que descubre las candidaturas que llegan, escucha los comentarios de los jurados y de la prensa después también es muy interesante.

El nombre de las candidaturas es confidencial, aunque siempre trascienden los finalistas. Seguro que ya las conoce. ¿Siguen muy pegadas a la actualidad?

Hay de todo. Una parte de las candidaturas cada año va respondiendo a tendencias globales. Hay cuestiones muy transversales, como por ejemplo, en los últimos años ha sido y sigue siendo la sostenibilidad, todo lo que tiene que ver con el medio ambiente, otras cuestiones que tienen que ver con con la igualdad de género, de raza... Y eso ha ocurrido con otras cuestiones, por ejemplo, consolidación de democracias en países que salían de periodos de dictaduras o regímenes totalitarios. No es que los premios estén apegados al titular de de ayer, pero sí tendencias generales que lo que reflejan es qué está ocupando a las personas, a las instituciones a las que les invitamos a presentar candidaturas.

Uno de los premiados de la pasada edición, el chef José Andrés, está siendo noticia desde hace semanas por la labor que él y su ONG, galardonados de la Concordia, están alimentando a los ucranianos en medio de la devastación que está provocando la invasión rusa. ¿Será protagonista el conflicto en los premios?

Esa preocupación la tenemos todos e indudablemente es algo compartido y vamos a ir viendo premio tras premio, fallo tras fallo lo que va a ocurrir con los jurados, es pronto para decirlo, pero que la preocupación está en la mente de todos nosotros es algo indiscutible.

La princesa de Asturias, que acaba de pasar unas vacaciones en España, ha mantenido contacto con refugiados ucranianos. ¿Ayudan los premios a estimular la sensibilidad de Leonor de Borbón?

Es una persona que tiene lógicamente mucha información, mucha formación y esa sensibilidad a la que aludías, que indudablemente ya la recibe por sus padres los reyes, creo que le ocurrirá y espero que le ocurra como le ha pasado a nuestro rey Felipe VI: como fue creciendo rodeado de las personas que recibían los premios cada año y de las cuales ha recibido visiones del mundo, diferentes sensibilidades, percepciones muy ricas, muy complejas y muy variadas. Esperamos que también a la princesa de Asturias le sirva esa experiencia y le acompañe en su proceso de crecimiento hasta llegar a la edad adulta.

Recuerdo que usted decía que tenía gran interés por todo lo que estaba vinculado a la Fundación. ¿Ha ido notando esa evolución en la heredera?

Absolutamente, de forma muy clara, mucho interés antes de la entrega de los premios, seguimiento de los premiados después de la entrega de los premios. Ese carácter y esa visión de las cosas es parte de su personalidad y la manifiesta, lo cual me encanta.

Además de finalizar este curso le queda otro más en Gales. Al rector de la Universidad de Oviedo le gustaría que estudiase algún tiempo en la institución académica. ¿Cree posible que ocurra?

La verdad es que me imagino que la planificación de la formación académica de la princesa de Asturias es un asunto muy meditado y, sí, estaría fenomenal que pudiera pasar por la Universidad de Oviedo, eso desde luego, pero no lo sé.

Felipe VI acaba de hacer público su patrimonio. Lo hizo horas antes de que el Consejo de Ministro aprobara el Real Decreto con el fin de dar transparencia y modernizar la Casa Real española que ahora, se homologa a los más altos estándares de las casas reales europeas. ¿Son necesarios esos gestos de transparencia para blindar la institución contra cualquier sospecha?

Más que un asunto como el que apuntas en la pregunta, se trata de la declaración de intenciones clara y contundente que hizo su majestad cuando cuando fue proclamado rey de España. Él habló de una monarquía renovada para un tiempo nuevo, habló de atenerse a su papel constitucional, de transparencia y lo que está haciendo es lo que dijo que iba a hacer. Esto nos habla de un rey coherente, comprometido e indudablemente inspira muchísima confianza.