¿Y qué sabe el papa de suegras?

Madrid

El papa ha pedido hoy que se trate mejor a las suegras, personajes de los que “no digo que pensemos que son el diablo, pero siempre se dice que son malas”, ha dicho en la plaza de San Pedro. Pretendía Francisco instruir sobre la necesidad de evitar y superar “prejuicios y lugares comunes”, aunque, sin atender a sus propias palabras, a renglón seguido ha pedido a las suegras del mundo que tengan cuidado con sus lenguas, porque la lengua “es uno de los pecados de las suegras”. Sí, han oído bien, “uno de los pecados”, de lo que se deduce que hay más. Así que los fieles se habrán quedado con la duda sobre si tratar mal a una suegra deslenguada es pecadillo venial.

Nosotros nos quedamos con otra duda y es qué sabe un papa célibe de suegras. Quizás nos podría ilustrar sobre cuñados, primos y sobrinos, pero sobres suegras... Sucede lo mismo cuando, desde los púlpitos, los sacerdotes adoctrinan sobre la educación de los hijos o las complejidades del matrimonio. Seguramente sería más práctico que curas y monjas pudieran, si quieren, casarse. Y así tener hijos y suegras y no hablar de oídas, sino con conocimiento de causa.