Alemania se está preparando para la eventualidad de que Rusia detenga las exportaciones de gas. dado que solo puede especular sobre lo que decidirá hacer el Kremlin, dijo el jueves el canciller alemán Olaf Scholz durante un viaje a Tokio. «Uno tiene que prepararse para eso y, como dije, lo comenzamos antes de que estallara la guerra y sabemos lo que tenemos que hacer», señaló en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Fumio Kishida. Alemania recibe el 55% de ese combustible de Rusia. El pasado miércoles, la empresa estatal rusa Gazprom interrumpió sus exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria ante su negativa a hacer pagos en rublos. El Kremlin ya había advertido que actuaría así y amenaza con cerrar el grifo del gas a más países. La Comisión Europea, por su parte, advierte a las empresas energéticas de que el sistema de pago que exige Rusia para mantener el suministro de gas no es aceptable Bruselas considera que, tal y como está diseñado, ese sistema de pago equivaldría a hacer un préstamo a la administración de Putin. El gobierno de Bulgaria asegura que el país no va a tener problemas de abastecimiento, que hay fuentes alternativas al gas ruso, y el ministro de Economía finlandés, Mika Lintilä, acaba de descartar tajantemente pagar el gas ruso en rublos. Gazprom cuestionó este jueves la afirmación de Polonia de que no necesita el gas ruso tras cortar el gigante gasístico de Rusia ese combustible fósil al país por negarse a pagarlo en rublos, porque ahora lo compraría a través de Alemania, según el portavoz de la empresa, Sergueí Kupriánov. «Esta semana Polonia se negó a pagar por suministros rusos bajo el nuevo decreto, en rublos. Anunció solemnemente que ya no necesita el gas ruso y que no lo comprarán. Pero en realidad eso no es así», sostuvo, según recoge la agencia Interfax. Señaló que tras cortar Gazprom el grifo el miércoles, «Polonia compra gas ruso, pero ahora en Alemania, desde donde recibe a través del gasoducto Yamal-Europa por medio del flujo inverso suministros». Según el portavoz, el volumen de ese flujo inverso suma unos 30 millones de metros cúbicos al día, lo que «corresponde casi a las peticiones hechas bajo el contrato con Gazprom los previos» al corte del suministro. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, dijo el miércoles que el problema del corte de suministro se resolverá en el marco de la cooperación en Europa, donde funcionan interconectores. También la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, afirmó que el Ejecutivo comunitario asegurará que la decisión de Gazprom tenga el menor impacto posible en los consumidores europeos, mediante el trasvase de gas de otros países a Polonia y Bulgaria. Duda reiteró además la intención de su país -cuyo contrato con Gazprom expira este año- de acabar con la dependencia de los combustibles fósiles rusos, tanto de crudo como de gas. Polonia cubre aproximadamente el 45 % de sus necesidades con gas ruso y sus reservas están en el 75 % de su capacidad. Dentro de poco entrará en funcionamiento un nuevo gasoducto entre Polonia y Lituania, y en octubre iniciará su servicio la «tubería báltica», para traer grandes cantidades de gas desde Noruega. Además, Polonia dispone de una terminal de gran capacidad de procesamiento LNG, que llegará de Estados Unidos y Catar.