Barbón, Ribera y la electricidad
El comentario de Alberto Menéndez en 'La Ventana de Asturias' (28/04/22)
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Asturias
Todavía gobernaba en Asturias el socialista Javier Fernández cuando comenzaron a vislumbrarse los graves problemas que iban a acabar teniendo las empresas electrointensivas de la región a causa del incremento del precio de la luz. El entonces presidente del Principado alertó repetidamente de lo que podría acabar sucediendo pero sus compañeros de partido en Madrid (con Pedro Sánchez a la cabeza) no se dieron por enterados. El tiempo ha pasado y la situación ha ido empeorando. Hasta el momento actual, con los precios de la electricidad por las nubes desde hace ya demasiados meses; para todo el mundo, empresas o particulares.
Y en esto que el ejecutivo autonómico, presidido desde 2019 por otro socialista, Adrián Barbón, vuelve a reclamar ahora, una vez más, “un tratamiento específico y singular” para la industria con alto consumo de energía, garantizando la máxima compensación por los costes de emisiones indirectas de CO2, recurriendo para ello al uso del máximo permitido por la Comisión Europea. Lo malo es que ya son demasiadas veces las que ha pedido el Gobierno asturiano a la Administración central este tratamiento específico y singular como para que su nueva iniciativa sea creíble. ¿Lo hacen por convencimiento o solo lo hacen por obligación, forzados por la oposición y la patronal?
La verdad es que todo lo que tiene que ver con la energía en Asturias en los últimos años, desde el inicio de la descarbonización y el cierre de centrales térmicas, no es que sea para tirar voladores. Destaca sobre todo la improvisación. Así, por ejemplo, el presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán dijo que habría, más o menos de inmediato, planes para compensar las pérdidas socioeconómicas del cierre de sus térmicas en Asturias. Pero nada de nada. Y la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera calladita y sin mover un dedo. Lo suyo era clausurar. El futuro de Asturias… ese no es su problema.