James Ellroy: "Detesto a James Dean y Natalie Wood, tenía que escribir contra ellos"
El escritor, denominado "el perro rabioso", regresa con Pánico, una novela negra sobre el corrupto Hollywood de los 50 y las escuchas ilegales a las estrellas
La última novela de James Ellroy, uno de los escritores de novela negra más leídos y destacados, parece una venganza contra Hollywood, después de sus adaptaciones cinematográficas de sus novelas, que el escritor no suele alabar. "No es una venganza, es más una comedia, una sátira, la historia de Los Ángeles, la ciudad de donde nací, me pequeña patria chica", nos dice en una entrevista en la Cadena SER. Ha venido a España a presentar este nuevo libro, Pánico, que edita Penguin Random House, y en el que vuelve a un lugar y una época de la que asegura nunca ha salido.
"No me conmueve el mundo actual. Vivo en una especie de reclusión, alejado del mundo". Ese es el mantra que repite cada vez que se intenta lanzar un puente entre su novela y la actualidad. El caso curioso es que leyendo Pánico uno no puede dejar de pensar en el Hollywood de hoy, el de la bofetada de Will Smith, el del puritanismo, pero también en el periodismo sarnoso o incluso en el Caso Pegasus.
"Es que no me interesa la prensa actual. La gente suele contarme cosas del presente, me explica la similitud entre lo que escibo y lo que pasa, pero es que no me interesa un comino. Tengo una visión muy limitada y mi curiosidad solo se centra en algunos aspectos de la historia criminal de Estados Unidos. Me centro como un perro rabioso que coje un hueso", insiste este mordaz escritor que cuenta a sus espaldas con una dura y terrorífica historia. Al divorcio de sus padres le siguió el asesinato y violación de su madre. Un crimen sin resolver que obsesionó a Ellroy y que quizá le ha convertido en el escritor que es hoy.
En Pánico cuenta la historia de Freddy Otash, un ex policía que ejerció de detective en Los Ángeles de los 50 y de matón de una publicación sensacionalista dedicada al cotilleo de las estrellas del Hollywood. Un tipo que chantajea a homosexuales que no viven en un armario, sino en un castillo, oculta abortos y es cómplice de películas pornográficas de famosos. Por su agenda de tropelías pasan JFK, Marilyn Monroe, Rock Hudson o Lana Turner. El personaje es un viejo conocido, de hecho, llegó a tener un encuentro con este hombre de las cloacas, un Villarejo en toda regla. "Lo intenté utilizar en tres de mis novelas previas. Incluso que fuera el protagonista principal de mi libro American Tabloid, pero pidió demasiado dinero", reconoce el escritor.
Hollywood le da verdadero pavor, de ahí esta novela, en la que se mezcla realidad y ficción. No quiere decir qué cosa pertenece a cada ámbito. "Quería hacer una novela humorística, cómica, sobre el Hollywood que pone a la luz todas las cosas de los personajes de esa época que yo odio, como James Dean, Nicholas Rain, Natalie Wood. Es que les detesto. Lo que quiero, romper mitos". De hecho, en el libro, escribe que Ray acosó sexualmente a Natalie Wood cuando era menor o que el protagonista de Rebelde sin causa era un pervertido.
Dice que el mundo del cine sigue igual, aunque mantengan las apariencias. "Ellos tienen su agenda política, que siguen religiosamente, pero sigue siendo un lugar corrupto en su mayoría. Pero yo vivo en el pasado, no tengo ni ordenador, ni teléfono móvil, ni televisión, vivo en el pasado. Leo todas las novelas antiguas", vuelve a insistir en esa arcadia del pasado.
El uso del lenguaje sube al lector en una montaña rusa de principio a fin. "Es más bien la aliteración, creando rimas con la primera sílaba de las frases, una especie de pastiches, mi propia jerga, la que yo utilizaba en Los Ángeles en la década de los 50", nos cuenta. Provocador, asegura que esta novela gustará a las familias, sobre todo si se llaman Manson, ha usado elementos religiosos, como un purgatorio al que acude el sádico protagonista. "Soy religioso, el protagonista tiene también su oportunidad de redimirse. Él vuelve al pasado y cuenta sus aventuras y a revivirlas de alguna manera. Lo vamos viendo y le vemos también desde el purgatorio".
Sobre su colorida camisa de flores, el escritor se ha colocado un pin con la bandera de Ucrania. "Me gusta ese país y me aterroriza lo que está pasando, espero que acaben pateando a Putin, es el malo de todo esto". Además, como amante del boxeo, dice que dos de sus boxeadores favoritos son ucranianos, así que tiene claro el bando en esta guerra.
En cuanto a Hollywood, insiste en que la homosexualidad o el comunismo, dos de las grandes amenazas que tenía una estrella en aquel momento si era cazada por la prensa, asegura que no eran los crímenes más graves. "Lo más graves son violación, asesinato. Efectivamente, exitía la amenaza del comunismo, era una gran amanezada externa e interna, había que aplastarla. Pero lo que tú comentas siempre ha estado ahí y ha abierto la curiosidad de la gente".
Una curiosidad sobre el crimen, el comportamiento humano, que ha llevado a Ellory a escribir algunas de las mejores novelas del género, ¿por qué interesa tanto el crímen? "Escribo para mí, no me importa nada más, a mí me interesan estos temas. No tengo ni idea de por qué gustan en España, en Europa o en Los Ángeles. Lo que hago es que escribo exactamente como me gusta y luego compran los libros".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...