Nos estamos quedando sin sol
No se necesitan grandes estudios para determinar el progreso de la feroz calima, basta con mirar un mapa
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"La línea roja" de Matías Vallés (28/04/22)
Siempre hay motivos para alarmarse, y hoy no será una excepción.
Cuando lanzamos la señal de alerta sobre la presencia creciente de arena del Sáhara en nuestros cielos, casi era una exclusiva.
El falso nublado de Balears se ha convertido en una constante cada vez más extendida en el calendario.
No son nubes, es la arena del desierto que ahora mismo nos sobrevuela.
Con todo el planeta, Balears incluida, amenazado por un cambio climático por la acción inmisericorde de nuestra estrella de referencia, cuesta imaginar que su luz tamizada también sea una maldición.
No son dos realidades incompatibles, porque el cambio climático también causa las nubes de arena sahariana.
Supongo que no hace falta detallar el significado de la invasión arenosa en Mallorca.
Nuestra marca es el sol, la esencia de nuestra industria de la felicidad a veces llamada turismo.
Sin sol no hay paraíso.
Por no hablar del impacto presente, futuro y creciente sobre la agricultura o la vivienda.
No se necesitan grandes estudios para determinar el progreso de la feroz calima, basta con mirar un mapa.
Tanto presumir de europeos, y estamos en la zona de influencia sahariana.
O metidos de lleno en el Sáhara, si nos dejamos de pamplinas.
