Uno de cada tres jóvenes españoles quiere ser 'influencer': "Las tecnologías son ya la primera fuente de conflicto familiar"

Madrid

Los jóvenes dedican casi siete horas al día al ocio digital. Más del 70% de jóvenes de entre 15 y 29 años dispone de, al menos, cuatro dispositivos diferentes a través de los cuales consumen ocio digital. Uno de cada tres dice que le gustaría ser influencer y uno de cada diez ya se prepara para ello. Son los datos que revela el estudio 'Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud', realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud.

"Que quieran ser influencers significa que le dan valor a su voz, imagen y criterio", explica Eulalia Alemany, directora técnica de la Fundación FAD. El abanico es amplio. Todos siguen a streamers e influencers, canales en los que ven una posible salida laboral en un mundo en el que estas no abundan precisamente. Es uno de los factores a los que Alemany atribuye parte de la culpa de la gran oleada de vocación confesa por ese tipo de profesiones.

Hay, sin embargo, advertencias de populares del mundillo como Ibai Llanos, que recuerdan que lograrlo no es tan fácil como parece. "Nunca os dejéis nublar por las cifras que ganamos nosotros, porque eso no es real", sostiene el bilbaíno en uno de sus vídeos. Un "mensaje muy bien dirigido", según la experta de la Fundación FAD.

Diferencias de género

En el ocio digital, como en la vida real, hay diferencias de género. "Los hombres se sienten más parte de una comunidad", dice Alemany. A diferencia de las mujeres, que son más críticas. Diferencias de percepción de la realidad que se hacen notar, también, dentro de las pantallas.

Un riesgo ante el que debemos estar atentos, según la directora de la Fundación. "Tenemos que estar atentos a los signos que puedan surgir", señala. "La perspectiva de género siempre hay que tenerla en cuenta". Sobre todo por la tendencia del mundo digital de reproducir los estereotipos de género.

Manual para padres

El ocio digital, según explica Eulalia, está "súper implantado y ha cambiado radicalmente la manera en la que los jóvenes disfrutan". Por ese motivo, refleja, es importante trazar unas líneas de actuación para los progenitores en esta línea, pues la tecnología ya es "la primera fuente de conflicto familiar".

"No son un agujero negro", desarrolla Alemany. Por eso es importante "acompañar a los jóvenes en las conversaciones e intentar conocer qué streamers ven". También vital estar "atentos al aislamiento", pues los jóvenes son los más vulnerables.