Aitana Sánchez-Gijón: "No somos madres perfectas. Te puedes meter en una ciénaga cuando indagas en el terreno de la maternidad"
La actriz protagoniza La jefa, la primera película del director Fran Torres
Madrid
En su carrera profesional Aitana Sánchez-Gijón dice que nunca ha ejercido como jefa. “En el cine y en el teatro siempre hay alguien que es el jefe o la jefa, que es el director o la directora. Yo soy muy disciplinada. Lo que es cierto es que, cuando vas acumulando experiencias; teniendo una trayectoria y sabiendo más de lo tuyo, puedes aportar más cosas y relacionarte de tú a tú. Cuando era más joven, yo era como esa alumna deseosa de aprender y poco más. Asumía lo que me planteaban”, dice.
Pero en la película que ahora se estrena lo es. Es La jefa. Interpreta a Beatriz, una mujer que ha triunfado en el mundo de la moda; que tiene su propio negocio y que un día contrata a Sofía, papel que encarna la actriz Cumelén Sanz, una joven argentina que ha llegado a Madrid para buscarse la vida. Entre las dos se establece algo más que una relación laboral. “Lo que más me enganchó cuando leí el guion fue esa relación simbiótica, casi de espejo entre estas dos mujeres. Beatriz se ve en Sofía cuando ella era joven y Sofía quiere ser Beatriz. Las dos son mujeres muy potentes. Tienen muchas cosas en común y establecen un vínculo muy complejo. En algunos momentos podríamos pensar que hay una relación erótica entre ellas. En otros que hay una relación de madre e hija; de jefa y subordinada o simplemente hay una amistad o una hostilidad. Todo mezclado”, afirma la actriz.
Cuando Sofía se queda embarazada, Beatriz ve en esa situación una oportunidad para cumplir uno de sus grandes deseos: convertirse en madre. “Beatriz arrastra una herida en su vida. Su deseo de maternidad pasa por encima de todo. Ve que se le ha acabo el tiempo. Se encuentra con esta situación de golpe, sin haberlo planeado en absoluto. Es una situación mal planteada desde el inicio. Cada una de las dos, por su propia historia personal y por sus circunstancias, arrancan desde un lugar en el que la cosa no puede acabar muy bien”, afirma la actriz rozando el spoiler.
La jefa es la primera película que ha dirigido el argentino Fran Torres. Parte del argumento del film recuerda al que ya vimos en La hija, de Manuel Martín Cuenca, con Javier Gutiérrez y Patricia López Arnaiz. “No la he visto, pero conozco de qué va la película. Es curioso que, cuando las ideas están en el aire, en el éter, hay diferente gente que las coge. Hay muchas maneras de maternidad y de cómo cada mujer se enfrenta o disfruta esa enfermedad, así que pueden salir miles de películas al respecto”, confiesa el realizador.
En La jefa se aborda, como dice Aitana Sánchez-Gijón, una mirada sin culpabilidad sobre la maternidad. “Estamos perdiendo el miedo de ese tabú que es la maternidad en el que las madres tenemos que ser todas perfectas y estupendas y el amor entre madres e hijos es incuestionable, dice. “Yo como en el teatro he sido Medea y he matado a mis hijos; he sido Nora en La casa de muñecas y los he abandonado y en el cine he sido Teresa en Madres paralelas de Almodóvar, que es una madre que deja a su hija de lado y prima su vocación por encima de todo, entiendo la complejidad de la maternidad. Ninguna somos madres perfectas y te puedes meter en una ciénaga cuando indagas en los terrenos de la maternidad”.
Pero, además de la maternidad, como remarca el director Fran Torres, la película aborda otros aspectos. “Los vientres de alquiler es uno de los temas; el aborto o la posibilidad de abortar y cómo funciona la religión respecto a eso; cómo funciona la diferencia de clases y la inmigración. Todos estos temas que me flotaban en la cabeza se fueron metiendo dentro de estos personajes y las cosas que les sucedían y, por lo tanto, de la trama”, explica.
A punto de presentar en el teatro la obra Malvivir, Aitana Sánchez-Gijón continúa recuperando su presencia en las pantallas después de estar varios años alejada involuntariamente del cine. “Las mujeres hemos sido en el cine objeto de deseo y el objeto de deseo está vinculado a la juventud, a un momento determinado de esplendor y belleza y a una edad determinada, que en el cine termina curiosamente alrededor de los 35 años. A partir de ahí pasas a ser automáticamente, si pueden colocarte en eso, en la madre del objeto de deseo. Pasas a ser satélite y el protagonismo lo cobra la mujer joven socialmente atractiva. Yo estuve en ese canon durante unos años determinados y de repente, no sé quién, nadie en concreto evidentemente, decidió que en esa casilla ya no estaba. Por suerte creo que las cosas están empezando a cambiar”, reconoce esperanzada.
Y ahora la podemos ver en esta película en la que hay una relación compleja entre dos mujeres de diferente edad, nacionalidad, estatus social, económico y laboral. Pero que quede claro. Ella, Aitana Sánchez-Gijón es La jefa.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...