Punto de Fuga
Internacional

El peligro de la sobreexplotación de la arena

La ONU alerta de la sobreextracción global de este recurso finito y de sus negativas consecuencias ambientales

Arena como oro

La arena es el segundo recurso natural más consumido en el mundo después del agua. Sectores como el de la construcción han triplicado su consumo de arena en las últimas dos décadas.

Su extracción en lechos fluviales, marinos y playas puede producir erosión, salinización de acuíferos, desprotección ante inundaciones costeras y pérdida de especies animales, según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por eso reclaman que la arena sea declarada un recurso estratégico, dada nuestra dependencia de él, y se regule a nivel global para hacerlo más sostenible.

La investigadora Aurora Torres, una de las autoras del informe, señala que “no todas las arenas son aptas” para la construcción. La arena del desierto, por ejemplo, no puede utilizarse para hacer hormigón por sus granos redondeados por la erosión del viento y su simetría. Se prefieren “arenas extraídas de ríos, zonas costeras y, cada vez más, grava producida en canteras a base de la trituración de rocas”, asegura.

La arena se ha convertido en el material sólido más extraído del mundo, hasta el punto de que Naciones Unidas calcula que cada año se consumen 50.000 millones de toneladas de arena y gravilla, con los que se podría construir un muro de 27 metros de ancho y 27 de alto que diera la vuelta a la Tierra. Pero torres añade una preocupación más: se espera que esta extracción se duplique en los próximos cincuenta años.

Las zonas del planeta más afectadas por la explotación de arena son China, India, Vietnam, Malasia o Indonesia “por la tendencia de desarrollo”, aunque la investigadora insiste en que nos afecta a todos de forma global.

La arena presente en las costas y ríos tiene una función como sustento del ecosistema, además de en el filtrado de agua potable, por eso su sobreextracción amenaza al suministro de agua, la producción de alimentos, la pesca y el turismo. La desaparición de arena de los ríos y costas ya está generando problemas de erosión e intrusión salina. Se ha llegado a constatar incluso la desaparición de islas enteras en Indonesia por la explotación de tierra.

Torres denuncia que la regulación de este recurso es reciente y tiene muchas limitaciones. “Siempre hemos pensado que la arena es un recurso infinito y pensar que iba a haber problemas de sostenibilidad por la extracción de arena era algo que no se consideraba”. El problema, dice es que cuando aumenta rápidamente la demanda de este recurso y se desconoce el estado de los depósitos de la zona, proliferan rápido las explotaciones.