Hoy, una anécdota, de las curiosas (Parte 2)
La Firma de Santiago del Álamo

La Firma de Santiago del Álamo 26/04/2022
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Cartagena
Buenas tardes Cartagena,
La semana pasada les dejé con la miel en los labios por conocer el desenlace de mi particular rescate en tierras canarias de la señora Israelí medio desnuda que me encontré colgando de un tronco camino por unos de los preciosos y múltiples senderos del Macizo de Anaga… ¿verdad?
Bien me quedé en el punto en el que ya a salvo del desfiladero ambos, llegó el grupo de israelíes que acompañaban a la mujer y entre ellos su marido que sí hablaba inglés. Tras una conversación fluida y múltiples gestos de agradecimiento me lancé a despedirme de todos ellos y emprender de nuevo mi camino. Un recorrido que no duraría mucho porque al poco de andar me di cuenta que en el trance del rescate había perdido el reloj que esa navidad me había regalado mi mujer así que otra vez para atrás!! Me dispuse de nuevo a andar sobre mis pasos y que sorpresa la mía cuando me volví a encontrar con el grupo de Israelíes y al contarles la razón por la que volvía hacia atrás resultó ser que a la mujer a la que rescate TAMBIÉN LO HABÍA PERDIDO!!
La nueva expedición de rescate la conformamos un servidor, el monitor del grupo – un canario muy salao- y el marido de la señora. Allí que llegamos y con gran afán y cuidado nos dispusimos a remover hojarasca, piedras durante largo tiempo hasta que … ¡EUREKA! ¡HE ENCONTRADO UNO! Aunque resulto no ser el mío…seguimos la búsqueda y tras largo tiempo, yo mismo propuse abandonar pese a la insistencia del guía. Otra vez al camino y en mi cuenta sumaba, unos rasguños y el bajón de haber perdido mi reloj. Entre el canario y yo empezaba a surgir un sentimiento que se podía resumir en un simple y llano “joder que borregos estos tíos que le has salvado la vida, te has lisiado y encima has perdido el reloj de tu mujer” Así era, volvimos a encontrarnos ya en una zona de descanso todos, nos volvimos a agrupar, la señora recogió su reloj y yo me volví a despedir entre gestos de agradecimiento. A los escasos 100 m de emprender la marcha, antes de la espesura un grito…. Santi!!!! Ven!!!!... No sabía para que pero volví, la mujer me esperaba, me cogió la mano fuerte y me dio lo que por tacto entendí era un billete, dinero,… Le dije que ni de broma , que no lo aceptaba e insistió en que al menos invitara a mi mujer a cenar. Acepté!
Otra vez, una foto de recuerdo, una despedida con el alma tranquila y esta vez, establecido ya el definitivo camino, una consiguiente llamada a mi mujer para contarle todo y preguntarle algo no muy educado pero recurrente teniendo en cuenta la anécdota… cariño ¿Cuánto te costó el reloj? Su respuesta; 100 €, los mismos que la mujer me había entregado.
Que curiosa y caprichosa es la vida a veces ¿verdad?
Al año de aquel suceso le mandé una foto a la señora y desde entonces hasta hoy somos dos desconocidos de este mundos unidos por el azar, por el destino.
Buenas tardes trimilenaria.

Nazaret Navarro
Periodista y presentadora en Radio y Televisión de la Región de Murcia. Actualmente, conductora de 'Hoy...




