La Junta de Andalucía suspende el espectáculo de Jan Fabre condenado por abuso sexual

El artista belga Jan Fabre ha sido condenado este viernes por un tribunal de Amberes a dieciocho meses de cárcel con suspensión de pena por violencia, acoso, comportamiento sexual inapropiado en el lugar de trabajo y atentado al pudor contra una persona. El Tribunal Correccional de esa ciudad consideró probados seis de los doce cargos que se le imputaban a Fabre y fue absuelto de un séptimo, según indica la agencia de noticias Belga.

A raíz de esa decisión judicial, el Teatro Central de Sevilla ha anulado el estreno de la pieza de este autor titulad Sevilla (Un pequeño homenaje al Teatro Central), que iba a estrenar en exclusiva para celebrar sus 30 años. “Tras la sentencia dictada por el Tribunal Penal de Amberes (Bélgica) sobre Jan Fabre, se han cancelado todas las presentaciones previstas durante los días 13 y 14 de mayo en el Teatro Central de sus espectáculos Resurrexit Cassandra y Sevilla. Un pequeño homenaje al Teatro Central, así como el proceso de producción ya iniciado para este último”, afirma la Junta de Andalucía, responsable del teatro, en un comunicado.

En una carta abierta publicada en la revista belga Rekto: Verso, veinte excolaboradores de Jan Fabre acusaron en 2018 al prestigioso director de escena de acoso sexual y "comportamientos sexistas e inapropiados" en el seno de su compañía de danza y teatro Troubleyn. Solo 8 de los firmantes lo lo hicieron con su nombre, el resto mantuvieron e anonimato para denunciar que los abusos se han venido sucediendo a lo largo de las últimas dos décadas y han provocado un total de seis renuncias dentro de la compañía.

Uno de los intérpretes que trabajaba con Fabre hace quince años contaba que llegó a decirle: "si no hay sexo, no hay solo". El extrabajador de la compañía explica que "cuando le conté a gente de mi entorno mi experiencia, se encogieron de hombros como si fuera parte del trabajo". Más episodios crueles: llamó la atención a una bailarina sobre su peso llegando a preguntarle si es que estaba embarazada. A otra le dijo que era guapa, pero no tenía cerebro, "como un pollo sin cabeza"

Según la sentencia, Fabre se acercó personalmente en repetidas ocasiones a las jóvenes bailarinas de su compañía de danza y teatro, Troubleyn, y tuvo un comportamiento sexual. También las humilló y, aunque no era la intención, debería haber sabido que su comportamiento podría ser ofensivo.

En esa carta se incidía en que no era un incidente aisldado. ".La humillación es el pan de cada día en Troubleyn. Los cuerpos de las mujeres en particular son blanco de críticas dolorosas, a menudo abiertamente sexistas". Los trabajadores explicaban que Fabre realizaba "sesiones fotográficas semisecretas", en las que el director intentaba acercamientos sexuales con sus artistas y tras ellos les ofrecía dinero. A una de las artistas le ofreció drogas para que se sintiera "más libre". Aquellos que lo rechazaban, se exponían a papeles menos importantes y "castigos". "Nos llama guerreros de la belleza", escriben "pero terminas sintiéndote como un perro apaleado".

Jan Fabre rechazó de lleno esas acusaciones en un comunicado publicado en su página web en el que aseguraba que nunca ha obligado a nadie a traspasar sus límites y señala el "consentimiento mutuo y respeto" como límite a la hora de realizar sus obras, que llevan a veces a "lugares sensibles". Ahora ha sido condenado. La sentencia va acompañada de una suspensión de la ejecución por un período de cinco años, durante los cuales Fabre será privado de sus derechos cívicos.

Radical y polémico, Jan Fabre ha sido habitual en los teatros españoles -en 2018 de hecho presentó en Madrid su obra de 24 horas Monte Olimpo- tenía programados dos espectáculos esta temporada en teatros como el Central de Sevilla que ahora han sido cancelados.