El Athletic Club pasa por encima de un Atleti apático
Marcelino sometió durante casi media hora a los del ‘Cholo’ Simeone y dobló su ventaja tras el descanso sin demasiadas florituras
Uno de los clásicos del fútbol español. La intensidad se podía dar por supuesta antes de que el balón comenzara a rodar. Pero solo uno quiso participar de forma activa. El Atleti fue un espejismo si lo comparamos con el día que recibió al Manchester City. En cambio, el Athletic Club recuperó su mejor versión, recordando tiempos pasados. Carácter, personalidad y ADN, justo lo que no tuvieron los rojiblancos.
Un arranque fulgurante
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Los leones salieron en su templo rugiendo como en las grandes citas. El Atleti, en cambio, se vio intimidado en uno de los escenarios más espectaculares que existen en el mundo del fútbol. Sensación de impotencia, descontrol, de no poder reaccionar. Todo eso sintieron los soldados del ‘Cholo’ Simeone en San Mamés durante los primeros 25 minutos. Williams, desbocado por el carril izquierdo y derribando a todo lo que se le ponía por delante, generó el primero que terminó siendo en propia de Mario Hermoso.
Precisamente fue el central madrileño quien postuló en todo momento para ser el eslabón más débil de una cadena que volvió a engrasar. La gasolina no le duró todo el primer tiempo a los de Marcelino y los rojiblancos dieron un paso hacia el frente. Carrasco se encargó de capitanear el ataque de los visitantes. Primero con una jugada individual que acaba definiendo Kondogbia muy cerca de la madera. Luego, al filo del descanso, volvió a zafarse de la defensa bilbaína pero su golpeo se estrelló en un contrincante.
Segundo tanto y aguante hasta el final
El entretiempo sirvió para que los leones recuperasen las sensaciones del primer tiempo. No fue la misma presión asfixiante que consiguió desactivar todo el entramado de Simeone. Sin embargo, el plan del técnico asturiano funcionó y el Athletic Club dobló su ventaja tras un penalti que provocó Muniain y transformó Williams, emulando el último panenka de Benzema. Antes, Griezmann metió el susto en el cuerpo a los aficionados de La Catedral con un zurriagazo que se estampó en el larguero.
Inoperante en ataque y sin colmillo. Las sensaciones que transmitió el Atleti durante todo el partido fueron muy preocupantes, como si no se estuviese jugando un botín lo suficientemente importante y goloso: entrar en Champions. En frente, los leones tan solo tuvieron que mantener lo que habían cosechado anteriormente. Durante los próximos días, el debate se centrará en si los rojiblancos deberían hacerle pasillo en el Wanda Metropolitano al Real Madrid. Aunque para pasillo, el que recibió el Athletic Club.
Javier Nácher
Redactor de deportes en la Cadena SER. Valenciano en Madrid