Beatriz Rato: "Una palabra es un dardo, una flecha y la herida te queda, a veces más que si te rompen la mochila"

Gijón

El 2 de Mayo se conmemora en todo el mundo el Día contra el acoso escolar. Dar visibilidad a este problema, que en múltiples ocasiones se vive en silencio, ayuda a concienciar al entorno, a saber cómo se debe actuar y a que quienes lo sufren se sientan menos solos.

Precisamente con ese objetivo la escritora gijonesa Beatriz Rato publicaba hace ya 9 años 'Diario de un acoso', libro que ahora reedita por encargo del Ayuntamiento granadino de Íllora que prepara un proyecto para trabajar con él en el instituto de enseñanza secundaria Diego de Siloé. El libro ha sido actualizado elaborando una guía educativa con la que ayudar a los docentes a plantear el tema en las aulas. Además se habilitará el acceso al libro a través de plataformas digitales para poder ser consultado.

"Hay cosas referidas al acoso que no han cambiado nada"

Confirma la escritora, aunque sí lo ha hecho la forma en que se produce ese hostigamiento que hoy día se apoya en las redes sociales y nuevas tecnologías multiplicando su efecto. "Los sentimientos son los mismos, miedo, angustia, vergüenza" como los que siente la protagonista de su libro donde se va narrando el estremecedor día a día de Ángela, que sufre el acoso de su mejor amiga durante el curso escolar. Una novela que expone el martirio que viven algunos jóvenes y que no se atreven a contar, desencadenando en la mayoría de casos en tragedia. Rato espera que la reedición de este trabajo ayude a despertar aún más la concienciación de la sociedad y pueda ser de "utilidad para adolescentes que puedan verse en esa difícil situación y se sientan arropados".

"Cuando hice la novela usé el protocolo de actuación de aquel momento, ahora se están renovando constantemente", relata en A vivir que son dos días Asturias, comparando el momento en que fue escrito, 2013 y el actual. "Los protagonistas de mi novela se encontraban con que no era tan fácil que le dieran importancia y credibilidad a lo que les ocurría", eran pocos los que daban el paso de denunciar, "ahora cuando un chaval lo comenta al tutor o en casa encuentra mayor facilidad y comprensión o cuando lo denuncia un compañero ahora se toma más en serio" asegura, para añadir que hablando del tema, dándole visibilidad, "tengo la confianza e incluso la seguridad de que se llega a los chavales, en las charlas veo su interés y cómo se sentían afectados por lo que siente la protagonista de mi libro", por lo que confía Rato en que si alguna vez estas chicas y chicos se encuentran en una situación similar van a saber cómo actuar y también sabrán sentir conmiseración con quienes lo sufren.

"La palabra como un dardo"

Asegura la escritora que cuando pensó en escribir el libro era novedoso el enfoque de acoso femenino, en los medios se veía el más violento y "me di cuenta de la sutileza y de cómo te hace el mismo daño aunque sea menos físico y violento la dureza de las palabras Una palabra es un dardo, una flecha y la herida te queda, a veces más que si te rompen la mochila" reflexiona Beatriz Rato.

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