Comienza la campaña de refuerzo de la Policía Local contra el turismo de excesos
Además, Cort destinará durante este verano 150.000 euros para la contratación de agentes de seguridad privada


Palma
Ya ha comenzado el dispositivo de refuerzo de seguridad en Palma en zonas de especial interés turístico. Una campaña que tiene un coste de un millón de euros, con la incorporación de 120 agentes, y que se mantendrá como mínimo hasta el próximo 10 de octubre. Además, el Ayuntamiento de Palma destinará durante este verano 150.000 euros para la contratación de agentes de seguridad privada para controlar los parques y evitar que se produzcan 'botellones' y aglomeraciones.
Los más de un centenar de agentes de refuerzo ya han comenzado a recorrer las principales calles de la ciudad: Playa de Palma, Santa Catalina, Paseo Marítimo, Cala Mayor y centro de la capital balear para evitar que se produzcan excesos. Se inicia de momento con una campaña informativa a los comercios de las zonas con una hoja que detalla la cuantía de las sanciones. Por ejemplo, entre 100 y 750 euros por la venta ambulante, entre 1.500 y 3.000 euros por beber en la vía pública y hacer ruido, o entre 60.000 y hasta 600.000 euros por vender alcohol más allá de las nueve y media de la noche. La regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, destaca que los agentes se movilizarán en función de las necesidades para luchar contra el turismo de excesos.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Palma destinará 150.000 euros, de fondos del Govern, inicialmente para agentes Covid, para contratar personal de seguridad privada que se desplegará en los parques municipales para dar aviso a la Policía Local en caso de que se produzcan incumplimientos.
Cort ha presentado la puesta en marcha del dispositivo especial en la calle Pare Bartomeu Salvà, una vía en la que se concentran diferentes establecimientos y bares. Los comerciantes y empresarios de la zona lamentan que se siguen viendo imágenes de vendedores ambulantes, carteristas y prostitutas a cualquier hora del día y de la noche. Destaca además que después de que a los pocos minutos se marchara la regidora y los policías, a mediodía, había ya una decena de vendedores ambulantes.
Por su parte, los comercios, sobre todo aquellos que venden alcohol, piden cerrar al menos una hora más tarde, porque aseguran que muchos turistas también buscan agua o refrescos. Hay que recordar que la normativa del Govern, que ya se aplicó durante el año pasado, les obliga a cerrar a las nueve y media de la noche.




