El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, lamenta que la evacuación de la población civil de algunas de las ciudades asediadas por Rusia que se realiza con ayuda de la ONU no incluya «a soldados ni a los heridos». Así lo ha señalado en una entrevista con la televisión pública griega ERT y el diario Kathimeriní en Kiev. Ahora lo mas apremiante, dijo, es la evacuación de la acería de Azovstal, donde todavía sigue habiendo muchos civiles. «Las personas tienen miedo de salir porque los matan. Ahora estamos hablando de abrir ese corredor, pero actualmente todo depende de la parte rusa», agregó el presidente y recalcó que a pesar de que la ONU está involucrada, el proceso es muy difícil, porque «no confiamos en la Federación Rusa». Uno de los ejemplos más palpables de que no se puede confiar en lo que diga Rusia, dijo Zelenski, ha sido el múltiple ataque de misiles lanzado contra Kiev durante la visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que fue a la capital de Ucrania después de ir a Moscú para hablar sobre posibilidades de evacuar a los civiles. El presidente ucraniano recordó que ahora mismo hay autobuses listos para sacar civiles desde Azovstal para llevarlos hasta Zaporiyia. «Desde la ciudad de Zaporiyia en adelante tenemos el control, es decir, a partir de ahí somos responsables y podemos llevarlos a un lugar seguro, para brindarles un alojamiento temporal hasta que tengan la oportunidad de regresar», precisó. No obstante, hasta llegar a esa ciudad, a unos 220 kilómetros de Maríupol, deben pasar «por un calvario muy difícil», pues corren peligro de que la Federación Rusa se los lleve a territorio ruso, algo que, dijo, le explicó a Guterres durante su visita. «Hasta el momento, sabemos de medio millón de personas que han sido deportadas ilegalmente a Rusia o a otros lugares en contra de su voluntad», subrayó. Guterres le aseguró que él mismo se responsabilizaba «al cien por cien» de la situación y que el acuerdo con Rusia contempla que los evacuados llegarán a territorio controlado por el Gobierno ucraniano. «Queremos creerlo», sostuvo Zelenski. Respecto a los daños en infraestructuras registradas hasta el momento, Zelenski las cifra en unos 60.000 millones de dólares, solo en zonas controladas por Ucrania, sin contar territorios ocupados, «donde no podemos analizar nada». La alcaldía de Mariúpol espera que a lo largo de este lunes logren alcanzar Zaporiyia miles de civiles que ayer fueron evacuados de la asediada ciudad portuaria, pero que quedaron atrapados a mitad de camino. «Según nuestras informaciones, salieron ya de Mariúpol y esperamos que lleguen a Zaporiyia esta tarde o por la noche», afirmó un portavoz de la alcaldía, a través de Telegram, según reproduce el portal ucraniano Ukrinform. Las autoridades de Mariúpol esperan que las tropas rusas «permitan» este lunes que sigan su camino hacia Zaporiyia, más al norte, desde donde se organiza su posterior traslado a otros puntos del país o se les brinda la primera acogida. Durante todo este lunes se espera que prosiga la evacuación de ciudadanos bloqueados en Mariúpol, especialmente desde la acería de Azovstal, último punto de resistencia ucraniana a las tropas rusas. La fuente de la alcaldía afirmó que están habilitados los autobuses previstos para sacarlos de la ciudad y añadió que pueden sumarse a la columna automóviles privados. Mientras, Rusia prosigue su ofensiva en el sur de Ucrania, con el objetivo de ocupar la totalidad de la región de Jerson, donde se presiona a los residentes para que acepten a las tropas de ocupación como legítimas, según Ucrania. Ayer llegaron ya a Zaporiyia los primeros civiles evacuados, alrededor de un centenar, sobre todo mujeres, niños y ancianos que permanecían en la acería de Azovstal, operación en la que ha mediado Naciones Unidas y la Cruz Roja. Los primeros civiles evacuados de la acería de Azovstal, en la asediada Mariúpol, esperan llegar este lunes a Zaporiyia, ciudad a algo más de 200 kilómetros al norte, que ya está preparada para recibirlos, mientras las fuerzas rusas prosiguen su ofensiva en el sur, en la región de Jerson, y la UE estudia nuevas sanciones contra Moscú. La evacuación continúa «pese a las dificultades», según ha informado la alcaldía de Mariúpol en un mensaje en Telegram, en el que pide a los que vayan a ser trasladados que acudan al punto de reunión. Al mismo tiempo y según ha informado el comandante de la 12 Brigada de la Guardia Nacional ucraniana Denys Schleha a la agencia local Ukrinform, el ejército ruso ha reanudado los «ataques masivos» contra la acería donde, según sus estimaciones, continúan refugiados varios cientos de personas, incluidos hasta 20 niños así como unos 500 heridos. Técnicos municipales, médicos y organizaciones humanitarias se han coordinado en Zaporiyia para recibir al convoy de los primeros evacuados, alrededor de un centenar, que, tras permanecer atrincherados en Azovstal desde el inicio de la guerra, conseguían ayer abandonar su escondite gracias a una operación auspiciada por la ONU y la Cruz Roja. Se espera que, en cuestión de horas, lleguen a un centro de recepción, organizado en el aparcamiento de un centro comercial, que cuenta con carpa de alimentación, hospital de primeros auxilios y la atención de numerosos voluntarios, y al que llegan cada día refugiados de otras zonas. Están en camino y «esperamos que lleguen a Zaporiyia esta tarde o por la noche», afirmó un portavoz de la alcaldía. Naciones Unidas ha elevado a 3.150 los civiles que han muerto desde la invasión rusa. La propia ONU ha incidido en que esa cifra puede ser mucho mayor, porque solo recoge las muertes que han podido certificar. El gobierno ucraniano ha asegurado por su parte que 219 niños han sido asesinados y más de 400 han resultado heridos por las fuerzas rusas. Las fuerzas rusas prosiguen su ofensiva en el sur de Ucrania, donde tratan de avanzar en la dirección de South Bug, el segundo río más importante del país que desemboca en el Mar Negro, con el objetivo de llegar hasta la frontera administrativa de la región de Jerson y ocuparla en su totalidad. Así se recoge en el último parte del Alto Mando Militar de Ucrania, que añade que los ocupantes mantienen sus ataques con artillería en el área de la ciudad de Nikolaiv. Rusia ha desplegado sistemas de misiles antiaéreos adicionales en los territorios ocupados en las regiones de Lugansk y Zaporiyia, de acuerdo con el parte, que destaca las «importantes pérdidas» que están sufriendo los ocupantes. También el último balance del Comando Operativo Sur del Ejército ucraniano, divulgado por la agencia local Ukrinform, coincide en las pérdidas en las fuerzas rusas y añade que en Jerson los efectivos rusos continúan trabajando para desconectar a la región del sistema bancario de Ucrania. Según el análisis del conflicto del estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), la inteligencia de defensa británica informó que el rublo se utilizará en Jerson a partir de este mes como parte de un esquema de transición monetaria de 4 meses promulgado por la administración de ocupación. Además, el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhny, anunció que dos patrulleras rusas que navegaban por el mar Negro fueron destruidas por fuego efectuado presuntamente desde aviones ucranianos no tripulados. Además, las fuerzas rusas han derribado un caza ucraniano MiG-29 cerca de Sloviansk, en el este de Ucrania, donde continúa la campaña militar lanzada por Moscú, informaron hoy fuentes militares rusas. «Durante un combate aéreo cerca de Sloviansk fue derribado un caza MiG-29», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov. Los sistemas de defensa aérea rusos también abatieron diez drones ucranianos a lo largo de las últimas 24 horas, agregó. Además, «dos misiles tácticos Tochka-U fueron derribados cerca de la aldea Petrovskoe en la república popular de Lugansk, y un misil Smerch fue destruido en la región de Donetsk», señaló. Konashénkov afirmó además que misiles de alta precisión de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas alcanzaron 38 instalaciones militares en Ucrania, entre ellas tres depósitos de cohetes y armas de artillería y municiones. Las fuerzas rusas golpearon también nueve áreas de concentración de soldados y equipo.