Nueve autobuses eléctricos inteligentes llegarán a la Línea 17 urbana de San Sebastián

San Sebastián

El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de San Sebastián invertirán unos 25,7 millones de euros en poner en marcha la primera línea de autobús eléctrico inteligente (BEI) de la capital guipuzcoana, para lo que transformarán la actual línea 17 que conecta el barrio de Gros con el de Amara y las zonas de hospitales y Miramon.

La implementación de este nuevo sistema de movilidad eficiente y sostenible acarreará la compra de 9 autobuses eléctricos, así como la instalación de una serie de infraestructuras y adaptaciones técnicas, en paradas o carriles de circulación, a lo largo de los casi 15 kilómetros que recorrerá la nueva línea.

El consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola, y el alcalde, Eneko Goia, han informado este lunes de los detalles del proyecto en una rueda de prensa que han ofrecido en el consistorio donostiarra tras firmar un nuevo convenio de colaboración que permitirá desarrollarlo.

El acuerdo suscrito ahora sustituye al anterior de 2020 porque, según han explicado, la experiencia adquirida con el BEI de Vitoria ha determinado que es mejor que el Ayuntamiento se encargue del proyecto, en vez del ejecutivo como inicialmente estaba previsto, por ser la institución que conoce con mayor precisión las necesidades de los usuarios y las características del entramado viario de la ciudad.

De esta manera, la institución municipal se ocupará de la redacción de los estudios técnicos previos, el anteproyecto y proyecto constructivo, además del mantenimiento y la explotación de la nueva línea, mientras que el Gobierno Vasco, a través de Euskal Trenbide Sarea (ETS), se encargará de la asesoría técnica.

El ejecutivo de Euskadi asumirá entre este 2022 y 2025 el 65 % del coste para la puesta en marcha del sistema BEI en la línea de la compañía municipal DBus, mientras que el 35 % restante correrá a cargo del consistorio, han anunciado Arriola y Goia, quienes han agregado que el plazo que estiman para desarrollarlo será de unos cuatro años.

El alcalde ha asegurado que el proyecto "no consiste sólo en la compra de 9 buses eléctricos" sino en diseñar y "organizar el itinerario" de la nueva línea BEI "de forma más eficiente, rápida y cómoda" para los usuarios, lo que supondrá ofrecer un servicio de transporte público que, además de sostenible, será "más competitivo".

Ha precisado que habrá que desarrollar "la priorización semafórica" para que el bus inteligente "vaya abriendo semáforos a su paso" y habilitar "el mayor número de carriles" posible "para evitar interferencias" en su recorrido, así como adaptar paradas para que las cancelaciones de billetes se hagan antes de subir al vehículo, entre otras transformaciones.

Los estudios técnicos permitirán aclarar, según ha aclarado, si podrá disponer de un carril propio y exclusivo en todo el trayecto o dónde no será posible y tendrá que compartirlo, al igual que las paradas que, dependiendo de la disponibilidad de espacio, podrán ser o no independientes.

El consejero ha indicado por su parte que la elección de la línea 17 de Dbus servirá para "asegurar la intermodalidad" con la futura pasante subterránea del Metro Donostialdea de los vecinos de Gros y su entorno, dado que podrán enlazar de forma rápida con la estación de Anoeta, que será renovada, y acceder así a cualquier destino de la línea de tren Hendaya-San Sebastián-Lasarte.

El nuevo modo de transporte urbano, ha dicho Arriola, permitirá avanzar en la apuesta por "descarbonizar el transporte público" y "propiciar un sistema de movilidad eficiente, rápido, cómodo y seguro" que constituya "una alternativa" al uso del vehículo privado.

Al igual que el de Vitoria, el futuro BEI de Donostia funcionará como si fuera un tranvía y estará integrado en los distintos sistemas tarifarios, de modo que sus trayectos podrán abonarse indistintamente con las tarjetas Mugi, Barik o Bat.