Ana Alcaide: "Viajar sola te abre a otra versión de ti misma"

El último día de abril, esta toledana de Madrid se subió al escenario del Teatro de Rojas de la capital castellanomanchega para compartir por primera vez en público su 6º disco, "Ritual". Fue mucho más que un reencuentro con la ciudad que la ha adoptado, que sabe disfrutar de sus apariciones regalando música en alguna calle, cerca de la Catedral. Se trataba del inicio de un viaje que tiene algunas paradas cerradas pero sigue sin final, "me gusta preguntarme adónde me va a llevar, cual será mi viaje esta vez? Charlamos con ella y escuchamos su música, ayuda a conocerla y aprender cómo concibe sus viajes, "siendo música me resulta difícil viajar sin mi instrumento, el nickelharpa o el violín. El primero lo aprendió en Suecia, cuando estudiaba Biología, pero a ella le ha servido para interpretar como pocos los sonidos de la música sefardí. Ahora, ha mirado hacia Oriente buscando la inspiración. "Ritual" nace de su encuentro con el músico iraní Reza Shayesteh y la poesía persa. Fusión, mestizaje, sonidos que evocan e inspiran, como las notas del viajero en su cuaderno le sirven a él y a los que le escucha a esta "exploradora musical de otra época", como tituló El País en su día. El nickelharpa, o viola de teclas, se convierte en sus manos en una herramienta de transmisión de la música de la España medieval y el Mediterráneo, "la banda sonora de Toledo", han dicho a menudo de ella. No ha parado de viajar, acumula más de 500 conciertos en una veintena de países, de 4 continentes, respirando, "necesito respirar otros aires, viajar". Defiende hacerlo sola, "viajar sola no me da pereza, no me frena, es un aliciente, facilita conectar", y nos explica que cuando decide conocer a fondo un rincón del mundo, detiene su viaje y busca un trabajo o una experiencia porque, "para viajar te tienes que llegar a aburrir, pasando tiempo en ese lugar, buscándote la vida, conociéndolo a fondo". Y añade, "si te aburres es que ya entiendes la idiosincrasia de ese sitio, caen tópicos y prejuicios" Para ella, la música es un puente entre culturas que invoca la tolerancia, "el vehículo para llegar a la belleza, el diálogo y el encuentro". Y viajar sola, "me abre una versión diferente de mí misma". Su nuevo periplo está en marcha. Interpreta y escucha, aprende, al mismo tiempo. Sabe que sus raíces están en Toledo, tiene un lugar al que volver siempre.