Carboneras busca financiación para restaurar las pinturas de Carlos de la Rica
Los murales de la iglesia de Santo Domingo de Silos presentan un deterioro cuya recuperación asciende a 36.ooo euros según el estudio realizado por el Obispado de Cuenca
Cuenca
Los vecinos de Carboneras de Guadazaón (Cuenca) han dado el paso para afrontar la restauración de las pinturas murales de la iglesia de Santo Domingo de este municipio. Los frescos son obra de Carlos de Rica, sacerdote, poeta, editor y párroco de este pueblo durante cuarenta años. Desde hace dos años, un grupo de vecinos se ha preocupado por la recuperación de estas pinturas. Tras conversaciones con el obispo de Cuenca, José María Yanguas, a finales de la semana pasada recibieron el resultado del informe de restauración elaborado por técnicos del Obispado y que asciende a una cuantía de 36.000 euros. Nos lo ha contado en Hoy por Hoy Cuenca uno de los promotores de esta iniciativa, Juan Antonio Gascón.
Carboneras busca financiación para restaurar las pinturas de Carlos de la Rica
La restauración
“Creo que nos tenemos que mover para encontrar una institución que nos dé el dinero y poder restaurar las pinturas”, apunta Juan Antonio Gascón. “En la carta que hemos recibido del señor obispo nos explica el dictamen del restaurador sobre dichas pinturas y el importe presupuestado de casi 36.000, una cantidad respetable, pero creo que tenemos que intentar conseguirlo, si no puede la parroquia, tal vez con ayudas de la Diputaciñon, de Globalcaja o entre particulares. Cr4eo que tenemos que intentarlo porque, al menos para mí, las pinturas son de mucho valor”.
Carlos de la Rica
Carlos de la Rica Domínguez nació en Pravia (Asturias) en 1930 aunque su familia se trasladó a Cuenca dos años después. En 1946 ingresó en el Seminario de San Julián en Cuenca, y se ordenó sacerdote diez años más tarde. Fue párroco en el pueblo de Carboneras de Guadazaón durante más de 40 años. Falleció en 1997.
Gran aficionado a los viajes, De la Rica tenía una personalidad singular y fecunda: apoyó el reformismo del Concilio Vaticano II, era monárquico y participó de manera activa en los movimientos sociales de oposición al régimen franquista.
Carlos de la Rica fue miembro de la comisión gestora que promovió la Real Academia Conquense de las Artes y las Letras (RACAL) y su primer presidente en 1984.
Las pinturas
Al poco de llegar a Carboneras ya empezó con el empeño de pintar las paredes blancas de yeso de la iglesia. Él mismo montaba los andamios en los que andaba subido. Yo mismo era monaguillo de don Carlos cuando estaba pintando”, dice Juan Antonio Gascón. “Yo tenía diez años entonces. Nosotros le acercábamos el pincel o alguna pintura. Le hacíamos compañía. Él subido al andamio y nosotros mirándole desde abajo. En una ocasión, yo estaba con otro monaguillo, deberíamos tener entonces trece o catorce años, y normando a por una escalera. Fuimos a buscarla y cuando volvimos a la iglesia don Carlos se había caído, no sé que pasó, pero se rompió las dos muñecas. La escalera llegó tarde”.
Patrimonio artístico
Con el paso del tiempo, y ante la relevancia que consiguió la figura de Carlos de la Rica, sus pinturas han acabado por ser patrimonio eclesiastico, artístico y más aún de los vecinos de Carboneras de Guadazaón. “Animo a todos a que las visiten”, invita Gascón. “Entenderán cuando las vean el interés por su restauración. Yo amo la cultura, a mi pueblo y a su gente y tenemos que luchar para que esas pinturas se restauren para el bien del pueblo y de su iglesia y para que la gente venga a Carboneras a ver y a alabar el buen hacer de un artista, pintor y poeta, que hace 25 años que falleció pero que su obra ahí perdura”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy...