Continúa en paradero desconocido el recluso de la prisión de Valdemoro que se fugó en una visita al Thyssen

Valdemoro

El interno de 35 años, que cumplía condena en el centro penitenciario Madrid III de Valdemoro y que el pasado 28 de abril se fugó aprovechando una visita al museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, continua en paradero desconocido. Pidió permiso para ir al baño, en un momento del recorrido por las salas, y aprovechó para huir corriendo.

La salida al museo de un grupo de reclusos se enmarcaba dentro de las visitas culturales y había sido autorizada por la dirección del centro penitenciario. El delegado del sindicato ACAIP-UGT del centro, Jerónimo Martín, ha mostrado su extrañeza porque a esta persona se le autorizara esta visita cuando tenía suspendidos “temporalmente” los permisos ordinarios para ir a su casa, propios del segundo grado que cumple.

Martín ha contado a SER Madrid Sur que esta persona ya “había disfrutado varias veces de permisos ordinarios” para ir a su domicilio, sólo, sin control alguno, y había vuelto sin ningún problema, “porque no es un preso conflictivo”. Pero en su última entrada al hacer el perceptivo análisis de sangre tras volver del permio, aunque dio negativo en drogas, sí se detectó un indicador en sangre elevado que suele ser signo de posible consumo. Por eso, según el delegado sindical, se le había sus pendido los permisos de salida ordinarios, de forma temporal, algo que asegura, le enfadó y pudo provocar su huida.

Los reclusos llegaron a pie al museo, situado en el centro de Madrid, a donde llegaron en autobús desde el centro penitenciario. A cargo de ellos había dos terapeutas pertenecientes a una ONG.