Embargo al petróleo ruso
La Unión Europea prepara un nuevo paquete de sanciones, el sexto, contra Rusia. Unas sanciones en las que, tras meses de debates entre los Estados miembro de la Unión, y después de que Rusia haya cortado el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, Alemania se abre a incluir un veto al crudo ruso, aunque pide que la implantación de esta medida no sea inmediata. Analizamos las consecuencias que esto puede tener con Enrique Feás, del Real Instituto Elcano.
Embargo al petróleo ruso
Madrid
“Si llega el embargo y no tenemos tiempo suficiente para reducir la dependencia local tendremos problemas locales y subidas de precios y quizá rupturas de cadenas de suministros, pero no impactará en la economía en general. Así que después de dos meses, puedo decir que Alemania no está en contra de un embargo al petróleo ruso” así lo ha señalado el ministro de energía alemán, Robert Habeck, a la reunión extraordinaria que este lunes han tenido los ministros de Energía de la Unión Europea. Una cumbre a la que los representantes de los distintos Estados miembro han acudido para abordar la situación energética en Europa después de que Gazprom, la principal compañía de gas ruso, cortara el suministro a Polonia y a Bulgaria hace unos días, después de que ambos países se negaran a pagar el gas en rublos, como Moscú había exigido.
Así, tras la ofensiva rusa que presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen tildó de “provocación”, el ejecutivo comunitario avanza por la misma senda que hace más de mes y medio empezó a recorrer ya Estados Unidos, prohibiendo las importaciones de crudo ruso. Una decisión que, sin embargo, está costando más en Europa habida cuenta de que se necesita el consenso de los 27 y de la elevada dependencia de las materias primas de algunos de los países que, hasta ahora, se habían opuesto a esta medida, entre los que destaca Alemania. Pero, ¿qué consecuencias puede tener este veto al crudo ruso? “La Unión Europea siempre ha dicho que lo que se trataba con las sanciones es que, aunque la Unión Europea saliera perjudicada no sufriera más que la propia Rusia, porque de hecho de eso se trataba, de dañar más a Rusia que a la propia Unión, lo que pasa es que hay demasiados factores de incertidumbre: si se pueden conseguir fuentes de suministro alternativas, si Rusia puede o no recolocar todo su petróleo a China, y de cómo reaccionen los mercados porque al final, si aumentan muchísimo los precios, podría ser que vendiendo menos petróleo, Rusia pudiera conseguir incluso más dinero con otras ventas a otros países” explica en Hora 25 de los Negocios Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano.