Marta Peirano, periodista especializada en tecnología: "Es preocupante que el Gobierno diga que se ha enterado este fin de semana del espionaje con Pegasus"

Madrid

La ciberdelincuencia se está duplicando cada año. Solo en 2020, el Centro Criptológico Nacional detectó 82.000 incidentes, el doble que un año antes. De esos ciberincidentes, 7.000 fueron de peligrosidad muy alta, de nuevo, el doble que el año anterior. En el 90% de los casos el objetivo de los ataques son organismos públicos, ONG, entidades de políticas sociales o de asuntos internacionales. Pero esos objetivos llegan, como estamos viendo con el caso Pegasus, hasta la misma presidencia del Gobierno.

"No sabemos si la empresa israelí vende Pegasus solo a gobiernos, pero sí sabemos que lo usan instituciones que no son gobiernos", dice Marta Peirano, periodista especializada en tecnología, que explica que un gobierno puede comprar Pegasus y prestarle su uso a una empresa privada.

¿Cómo funciona Pegasus?

-"Lo que hace Pegasus cuando aterriza en el móvil va a la raíz, al fondo, y lo primero que hace es comunicarse con un servidor en algún lugar del mundo que le va pidiendo cosas"

-"Lo normal es que se conecte con un servidor que controle lo que pasa en ese teléfono"

-"Pegasus se va desarrallando en función de los agujeros que se va encontrando por el camino"

-"Pegasus deja dos tipo de rastro: uno de infraestructuras y el segundo lo deja en el móvil mismo, en las actividades del sistema. Para poder hacer una copia de toda la información, para duplicar un teléfono, hace falta un proceso. Pegasus lo que hace es inventarse un nombre del proceso y hacerse pasar por cualquier otra cosa, pero ese proceso va consumiendo recursos y generando una huella"