El patriarca ortodoxo ruso, en el punto de mira de las sanciones europeas: ¿quién es Kirill?
Se le achaca una fortuna personal de entre cinco y ocho millones de dólares, además de mansiones en Moscú, en los Alpes Suizos, San Petersburgo y una importante colección de relojes de lujo
Madrid
El papa Francisco y el jefe de la iglesia ortodoxa rusa, Kirill, se vieron en una videoconferencia hace unos días. En ese encuentro, el jefe de la Iglesia Católica, le pidió al ruso que no hablara a sus fieles con un lenguaje político, y que usara su liderazgo para pedirle a Putin que pusiera fin a la guerra en Ucrania y negociara una paz. Kirill no pareció hacerle mucho caso, y esta pasada festividad de Semana Santa, le decía a sus fieles: "Al igual que nuestro señor, luchó, sufrió y terminó venciendo, nosotros haremos lo mismo. Para llegar a la victoria, tenemos que sufrir y luchar".
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El patriarca Kirill cuyo nombre real es Vladimir Michajlovic Gundjaev, ha terminado convertido en el monaguillo del presidente ruso, como vaticinaba el papa Francisco.
Ahora la Unión Europea está estudiando incluirle en la lista de sanciones que prepara, porque el patriarca ortodoxo es uno de esos millonarios que ha apoyado públicamente a Putin y la guerra. Posee una vivienda exclusiva en una de la mejor zona de Moscú, otra en San Petersburgo, un chalet en los Alpes suizos, cerca de Zúrich. Cuenta con negocios con agentes de la KGB, y tiene una colección de relojes que no se ha turbado en mostrar en sus encuentros oficiales internacionales, entre otros un Breguet de 30.000 dólares. También se le adjudican más de cuatro millones de dólares, según la revista Forbes, aunque la cifra subiría hasta los ocho si hacemos caso a lo que cuenta Novaya Gazeta, la revista del periodista ruso recientemente galardonado con el Nobel de la Paz.
Se opuso a la invasión de Crimea
Al patriarca ruso se le atribuye una auténtica pasión por el esquí, tanto de nieve como de agua, y es normal verle de vacaciones por estos lugares, subido a los esquís. Pero muchos se preguntan que le ha pasado al patriarca, para oponerse a la invasión de Crimea, y ahora defender la guerra e invasión rusa a Ucrania. Vladímir Mikhailovich, nunca ha sido muy dado a aparecer públicamente. Viene de familia religiosa y muy joven se hizo monje, aunque ascendió como la espuma en la jerarquía eclesiástica ortodoxa durante los años soviéticos. Ha sido obispo, arzobispo y Alexei II lo eligió como presidente del departamento de asuntos religiosos exteriores, posición que hizo que se convirtiera en ministro de exteriores del patriarcado, que era el puesto natural que le permitió sucederle cuando esté murió en 2009.
¿Qué ha pasado para que este patriarca, que se opuso a la anexión de Crimea, que no asistió a las celebraciones ni actos, haya dado este giro extremo? Pues en Moscú hablan de una pugna interna de dos arzobispos por hacerse con el liderazgo de la Iglesia Ortodoxa. Ambos son amigos de Putin e incluso uno de ellos incluso se apoda a sí mismo el padre espiritual del presidente ruso.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...