Sociedad

La ingeniera ubetense Rosa Puentes forma parte del Consejo Mundial de la Energía

Ha sido elegida componente del grupo ‘Future Energy Leaders’ del World Energy Council que está integrado por 100 personas en todo el mundo. La misión del Consejo Mundial de la Energía es promover el suministro y el uso sostenible de la energía

La ingeniera ubetense Rosa Puentes

Pregunta.- ¿Qué es exactamente el programa de ‘Futuros líderes del sector energético’ del Consejo Mundial de la Energía?

Úbeda

Respuesta.- Mediante el programa Future Energy Leaders (FEL-100), el Consejo Mundial de la Energía apoya y promueve a los futuros líderes del sector energético. El programa tiene como objetivo apoyar el desarrollo profesional de los participantes mediante la realización de proyectos específicos, la participación en eventos y diálogos nacionales, regionales y globales de alto nivel. Además proporciona un programa exclusivo de formación para el desarrollo de las habilidades de liderazgo necesarias para afrontar el desafío que supone liderar una transición energética justa y sostenible.

El programa es una oportunidad única para comprender el sector energético global, los desafíos del sistema energético en su conjunto y la transición energética, así como para reforzar las habilidades de liderazgo en un ambiente internacional.

P.- Han sido seleccionados 17 profesionales, ¿qué se valora en ese proceso de selección?

R.- Cada año se abre un nuevo período de solicitudes y se invita a nuevos participantes a unirse al programa. No hay un número predeterminado de plazas por país y ninguna nominación se acepta automáticamente en el programa. Cada solicitud recibida pasa por el mismo proceso de selección riguroso y la junta de FEL-100 revisa cada una de ellas considerando la calidad de la solicitud, así como otros aspectos como la diversidad de la región, el país, la empresa y el género del participante. Tener el apoyo de tu empresa y del Comité Nacional miembro del Consejo es también recomendable.

El tamaño del grupo FEL está limitado a 100 personas del mundo y el proceso de selección se vuelve cada vez más competitivo cada año.

Los participantes actuales tienen en promedio más de 6 años de experiencia profesional de posgrado en el campo de la energía y tienen una edad promedio de 32 años. Por ello me sorprendió que me escogieran al tener 26 años. Estos criterios son orientativos.

Aun así, cumplir con los criterios mínimos es solo una condición y no significa que el candidato o candidata sea aceptado automáticamente en el programa. Más allá de los criterios esenciales, la junta directiva del FEL-100 busca solicitudes que muestren logros específicos y el potencial de los solicitantes para convertirse en líderes en su campo. Como FEL-100 es una parte integral de la comunidad energética mundial global, se busca identificar a jóvenes profesionales altamente motivados que estén alineados con la visión del Consejo Mundial de la Energía de Humanizar la Energía; que estén comprometidos con la independencia, imparcialidad y neutralidad del Consejo; y dispuestos a contribuir activamente al amplio programa comunitario de éste.

P.- ¿Cuál es el principal objetivo que tiene el Consejo en el futuro?

R.- La misión del Consejo mundial de la energía es promover el suministro y uso sostenible de la energía para el mayor beneficio de todas las personas. El Consejo se ha embarcado en un viaje con un nuevo enfoque en la innovación colaborativa, que no se trata solo de nuevas tecnologías, sino que requiere la colaboración de todo el sistema para desbloquear oportunidades de crecimiento exponencial y gestionar con éxito la transición energética

El Consejo proporciona una plataforma global para fomentar un diálogo constructivo entre los actores relevantes del sector energético con el objetivo de compartir conocimiento práctico en la materia y avanzar hacia una transición energética segura, asequible e inclusiva.

P.- Estamos hablando, pues, de una transición energética sostenible. ¿Cuáles son los desafíos más urgentes?

R.- Las energías renovables se volverán una parte intrínseca de todo proceso e industria. A día de hoy, la gran pregunta es: cómo lograr los objetivos energéticos y climáticos de la mejor forma.

Sin duda los mecanismos de apoyo existentes, las reformas en el diseño del mercado energético y la digitalización son "facilitadores" de este proceso pero también debemos superar otros obstáculos que no son necesariamente técnicos o tecnológicos.

Por un lado, la falta de información del consumidor lo vuelve vulnerable a estos cambios. Todo consumidor necesita saber qué opciones tiene y cómo esas opciones contribuyen a los objetivos climáticos y energéticos sin aumentar su factura de la luz.

Por otro lado, la potencial descentralización de las instalaciones de producción de energía hace necesaria la actualización de modelos o prácticas de gestión de la red. Mantener y reforzar la estrecha cooperación y comunicación entre los operadores del sistema gasista y eléctrico se volverá más necesario que nunca para conservar la interconexión, eficiencia, resiliencia y seguridad del sistema energético europeo.

Con todo ello, en mi opinión, el mayor obstáculo al que nos enfrentemos para alcanzar la neutralidad de carbono sea cambiar nuestro modo de vida. Porque no basta con querer cambiar las cosas, hay que hacer que las cosas cambien y esto implica cambiar cómo vivimos (algo que en ocasiones nos resulta difícil de imaginar). Sin embargo, el camino hacia un futuro más sostenible depende de las decisiones que se tomen hoy. Los instrumentos y herramientas disponibles a nivel nacionales y europeo pueden ayudar a preparar el sistema para esta transición, así como la inversión en innovación, formación y digitalización. Por lo tanto, en el desarrollo e implementación de las políticas energéticas es importante analizar y promover todas las soluciones disponibles y progresivamente ir materializando las que ofrezcan mayor eficiencia y menor coste para la sociedad.

P.- ¿Cómo se hará efectiva esa transición?

R.- Sin duda queda claro que no hay una solución única para conseguir una descarbonización eficiente, rentable y sostenible. Se necesita diversidad tecnológica que permita el desarrollo de soluciones que se adapten a las necesidades de la región, de los sectores allí presentes y sus consumidores, y que al mismo tiempo permitan una transición energética asequible. La cooperación entre los sectores energéticos, en particular la electricidad y el gas, reducirá los costes de la transición energética, otorgará una mayor flexibilidad al sistema energético y permitirá una descarbonización progresiva del sector del gas. El uso del hidrógeno ocupará un lugar privilegiado en este acoplamiento entre ambos sistemas y sectores. Sin embargo, aún existen ciertas cuestiones a abordar que, en determinados casos, podrían dar lugar a la revisión del marco regulatorio actual y, cuando fuese necesario, a la modificación de éste. Con todo ello, Europa, y en particular España, tienen la oportunidad de liderar la transición hacia sistemas bajos o neutros en carbono.

A día de hoy, el desafío está en encontrar el equilibrio entre impulsar la innovación y acelerar la transición y “humanizar” la energía para garantizar una transición energética justa que evite dejar atrás a las comunidades de ciudadanos del mundo.

P.- ¿Y qué papel juega en todo este proceso el consumidor?

R.- El papel del consumidor como actor clave en la transición energética ha pasado a un primer plano. Cada vez hay una mayor conciencia de la importancia del papel del consumidor doméstico en la transición energética. Las nuevas tecnologías, y la digitalización del sistema energético por sí solas no funcionarán si los consumidores no internalizan la aplicación de éstas en el ‘día a día’. Las actitudes de "no en mi jardín” o “no en mi tejado” tienen un impacto severo en el despliegue a gran escala de técnicas energéticas como la energía eólica terrestre o el autoconsumo fotovoltaico. Por lo tanto, humanizar la energía seguirá siendo un aspecto clave de la transición energética en los próximos años.

Nuestra forma de vida, consumo, utilización de los recursos están contribuyendo a la forma en que se distribuye y utiliza la energía: seguimos consumiendo más, aumentando los niveles de dióxido de carbono y la dependencia de los combustibles fósiles. Tenemos la oportunidad de cambiar eso y hacer que la energía sea asequible y accesible para todos. Pero primero, necesitamos crear conciencia de que este proceso nos involucra a todos, y que no es tan complejo como puede parecer con todos los tecnicismos que algunas personas usan en sus discursos. Necesitamos asegurarnos de que estamos hablando con la gente no experta en un lenguaje sencillo y que pueden entender e interiorizar su papel y convertirse en un contribuyente activo de este cambio

P.- En lo personal, ¿qué ha supuesto formar parte de este grupo?

R.- Sin duda es una oportunidad única poder formar parte de esta comunidad. Es ilusionante saber que eres una de las 100 personas elegidas para trabajar codo con codo en los actuales líderes del sector energético y tratar los temas más urgentes para alcanzar neutralidad energética y climática. Es un nuevo reto profesional, pero es una oportunidad que no se puede dejar pasar, sobre todo dada la velocidad de cambio del sector y la cantidad de oportunidades que están surgiendo

 
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