Rioja Alavesa busca personal de hostelería para atender sus negocios
Desde la asociación de empresas DELA de Laguardia aseguran que desde Semana Santa se nota más dinamismo en la zona y que el comercio local ha conseguido aguantar la pandemia
La salud del comercio rural en Álava
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VITORIA
Javier Ruiz, que dirige el local Pepita Uva de vinos, artesanía y rutas turísticas en Laguardia, cuenta que ya está empezando a dejarse sentir el público extranjero en la zona: americanos, holandeses. Para Rioja Alavesa el turismo es clave y los tiempos de pandemia han sido duros, pero los comercios -dice- han logrado resistir y sobre todo desde Semana Santa -explica- las cosas van mejorando. "Se nota alegría".
Ahora mismo lo que preocupa sobre todo al sector hostelero es la dificultad para encontrar mano de obra. Les urge contratar cocineros, camareros y Javier, que es secretario de la Asociación para la Dinamización de Empresas de Laguardia, sabe de establecimientos que colaboran juntos en la búsqueda de estos profesionales. Nada fácil, porque a veces no se encuentran personas con la formación adecuada o no están dispuestas a trabajar los fines de semana.
En Laguardia, en su Plaza Mayor, abrió su negocio de moda hace 7 años María Ibáñez Martínez. Dice que con la Covid-19 llegó también la compra desbocada por internet y que es muy dañina. Considera que la educación es clave para concienciar a los consumidores de la importancia de comprar en el comercio de a pie de calle. Trabajar esa conciencia con los más pequeños en la escuela y en casa, al igual que se ha venido trabajando con hábitos como el reciclaje, es una de las estrategias por las que apuesta.
Llanada: comercio de capa caída
Tras su mostrador de la tienda de moda Biak, en Agurain, Maje Pellejero mira con pesimismo la evolución del comercio local de Llanada Alavesa. Dice que el sector va de capa caída. "Poco comercio" -señala- y cierres; ya sea por jubilación o por falta de rentabilidad -explica- los locales que se clausuran ya no vuelven a abrir sus puertas. "Hay algún valiente por ahí, pero poquita cosa".
El cambio de hábitos de compra hacia internet ha hecho mucho daño al comercio local rural y Maje habla también de otros aspectos que lastran al sector como los altos alquileres de los locales. En su caso, Vitoria está muy cerca, muy accesible, y esa es una difícil competencia. "El que quiere comprar en el pueblo, compra en el pueblo y el que no se va. Esto es así". Ella, cuenta, en el tiempo de pandemia ganó clientela, por el giro a lo local -voluntario o por circunstancias- de los consumidores, y aunque alguna gente mantiene esa filosofía de compra, otra -asegura- ya no.
Una de esas valientes a las que hace referencia Maje es Alicia Hernández. Ella duda de si fue también algo de inconsciencia. En plena pandemia decidió abrir un negocio de estética en Agurain. No ha sido fácil y menos en la época en la que inició su aventura comercial, pero tras un año de camino está contenta. El pueblo ha respondido a su oferta. Ella ha optado por diferenciarse: ha apostado por la estética oncológica y la depilación láser.