Consuelo Ordóñez: "A mí me insultan igual los de la izquierda 'abertzale' que los de la extrema derecha"

Madrid

Consuelo Ordóñez podría ser haber sido una mujer que paseara por La Concha, que fuera de pintxos por la parte vieja de San Sebastián, si ETA no hubiese matado a su hermano Gregorio Ordóñez el 23 de enero de 1995. Desde entonces, el teléfono de Consuelo Ordóñez está en las agendas de todos los medios de España y lleva años opinando sobre cada gesto de ETA: cuando apretaba el gatillo o cuando anunciaba que lo dejaba. Consuelo Ordóñez es hoy una exiliada forzosa del País Vasco y como presidenta de COVITE (Colectivo de Víctimas del Terrorismo) pelea a diario para preservar la memoria de las víctimas del terrorismo.

Consuelo Ordóñez, la memoria y el terrorismo

-"Qué fácil es cambiar el rumbo de la historia con un tiro en la nuca. Ya no fue alcalde. Mi hermano tenía mucha fe en la sociedad civil, en la rebelión cívica, en los movimientos sociales. Decía que los políticos no tenían que estorbar, que eran los ciudadanos los que tenían y los que iban a arrinconar a ETA. La valentía también se contagia y mi hermano estaba contagiando valentía. Por eso ETA lo tuvo que matar, porque sabía que iba a llegar alcalde"

-"La Ley de Víctimas del Terrorismo que hay en España distingue entre víctimas que tienen sentencia y las que no. En el caso de las que tienen sentencia, la vida de su familiar cuesta 500.000 euros. El doble respecto a las que no tienen sentencia. ¿Es justo eso? El 44% de las víctimas del terrorismo no tienen justicia y llevamos 12 años luchando contra esto"

-"La izquierda abertzale y la extrema derecha me insultan por igual. Me dicen lo mismo: "Que si vivo de mi hermano, que si soy una subvencionada". Me han dicho eso otras vícitmas, de esas que tienen el culo puesto en un escaño. En España, las memorias siempre se tienen que confrontar unas con otras"

-"De las víctimas del terrorismo no sabemos nada. El 99,9% de las víctimas son totalmente anónimas y la mayoría no están asociadas. Yo, probablemente, soy la persona que mejor conozco a las víctimas y personalmente conozco a un 2%. Por eso me da tanta rabia cuando oyes a políticos con esa banalidad y con esa desvergüenza erigirse en representantes de todos. ¿Y cómo tenemos que sentirnos? Para mí es indecente. No puedo soportarlo".