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Alcaraz tumba al rey en una oda al tenis

El murciano de 19 años se impone a Djokovic en un partido para la historia (6-7, 7-5 y 7-6)

Alcaraz celebra la victoria ante Djokovic, en la Manolo Santana (Getty Images).

Carlos Alcaraz tumba a Novak Djokovic (6-7, 7-5 y 7-6) y jugará la final del Mutua Madrid Open. Tres sets y dos 'tie break' hicieron falta para decidir un partido que pasará a la historia como el día en el que un joven de 19 años jugó al nivel del mejor tenis del mundo.

Madrid citaba al número 1 y al que el lunes será el 7 del ránking ATP, pero vio un partido de dos números uno. "Un partido en Madrid es 'molto longo", firmó a la cámara después de hacerse un hueco en la historia del tenis.

"Sí se puede", coreó durante horas la Manolo Santana. Efectivamente, Carlos pudo y ya nadie puede negar que tenemos ante nosotros a la mayor promesa del tenis mundial.

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El saque de Djokovic sometió a Alcaraz en el primer set como hacía muchísimo tiempo que no se veía. El serbio consiguió hacer punto en 21 servicios consecutivos, lo que hizo mella en el estado de ánimo de Alcaraz y, por supuesto, en el marcador. Cuatro juegos en blanco para Djokovic, todos en su saque.

Aún así, el joven de 19 años llevó el set al 'tie break' a base de trabajar sus juegos. Djokovic consiguió cuatro bolas de set en el desempate, pero apareció la furia de Alcaraz para poner fin al asedio. Rompió la increíble racha de Djokovic y levantó hasta tres bolas. No pudo con la última, pero dejó claro al número 1 del mundo que lo venidero no iba a ser de ese tinte. Djokovic celebró el set con mucha rabia, intuimos, consciente de lo que se estaba cociendo.

El mejor Carlos apareció en el momento clave

Con un carrusel espectacular de dejadas, Alcaraz peleó cada punto a Djokovic, alargando el partido y llevando al serbio a sudar para sacar cada juego.

El número 1 del mundo no bajó el nivel y tuvo dos 'break point'. Primero para poner el 5-4 y saque y después para servir para ganar el partido (6-5 y saque). Alcaraz salvó los dos y rompió a Djokovic con su enésima dejada para llevar el partido al tercer set y al público madrileño a una euforia antes solo vista con Nadal.

Hasta el tercer set, las dejadas -doce con éxito- habían sido el antídoto de Carlos para los intercambios largos, en los que su rival estaba siendo claramente superior. Con un revés a dos manos a la altura de muy pocos, el murciano fue poco a poco cambiando eso en el set definitivo.

Dejada a dejada y con un revés de hierro, a la final

Alcaraz fue secando el tenis de Djokovic, que nunca dejó de apretar, pero poco a poco comenzó a sucumbir. Así, el murciano tuvo cinco bolas de 'break' para liderar el camino a la final, pero el serbio sacó todas. No era un día para ceder, jugaban dos número uno. Por lo tanto decidió el 'tie break', el segundo del encuentro.

Podría parecer que Alcaraz era quien más tenía que perder. Tuvo contra las cuerdas a la bestia y en estos términos cuando perdonas puedes pagarlo. No fue así. Quizá la bestia era Carlos.

Un juego en blanco de Alcaraz llevó la (semi)final al 'tie break'. En el momento decisivo, los 19 años de Alcaraz tuvieron más temple que los 20 'Grand Slam' de Djokovic y el joven entrenado por Juan Carlos Ferrero se abrió línea directa a su segunda final de un Másters 1000. No se atisba parada final.

David de Gustín

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