¡No me lo puedo creer!

San Sebastián

Ahora hablaremos de la dinámica, que no es nada buena y que no hace sino comprometer mucho la candidatura europea de la Real Sociedad. Pero hasta llegar ahí, hay que pasar primero por la siguiente exclamación de la derrota sufrida en el Ciutat de Valencia. ¡No me lo puedo creer! Y no, no se me ocurría manera más original de titular esta semblanza de lo que fue el partido del equipo txuri-urdin en casa del Levante. Seguro que la hay, pero es lo que primero que me sale cuando recuerdo el partido y cómo fue su desarrollo. Porque no me puedo creer que la Real perdiera ese partido después de haber estrellado tres veces el balón en el poste de la portería de Cárdenas y de haber sido superior en el juego en general durante todo el partido, y después de que se decidiera el choque con un penalti delirante de Diego Rico sobre Roger Martí que estaría bien que Alberola Rojas explicara, porque no le encuentro ninguna explicación. No, no me lo puedo creer.

Admito las lecturas derrotistas de esta derrota. Al fin y al cabo, perder contra el colista de Primera no tiene mucha justificación para un equipo que como la Real quiere volver a viajar por Europa la próxima temporada. La Real tenía que ganar en Valencia por encima de todo, y no vale ningún tipo de excusa. Más si recuerdas que volvió a estrellar el balón en el poste en tres ocasiones. La justificación del gol no vale. Porque cuando algo se repite demasiadas veces, empieza a dejar de ser algo casual o achacable a la mala suerte. Es como lo del Real Madrid y sus remontadas milagrosas. una puede ser suerte, dos puede que también, tres empiezas a sospechar que la suerte igual no lo es todo, pero a partir de cuatro ya no puede ser suerte. Cuando un patrón se repite... Pues lo mismo con la Real Sociedad y el gol, o su falta de gol. Puede haber un componente de mala suerte, pero es que ya llueve tanto sobre mojado que no puede ser. Es inconcebible que delanteros de talla internacional fallen tantas ocasiones. Porque está masacrando las ilusiones y los sueños más ambiciosos esta temporada. La falta de puntería nos ha borrado de la Champions, cuando lo teníamos a la vuelta de la esquina, más cerca que nunca en los últimos años para volver a la máxima competición continental. Pero si no metes goles... no ganas ni en casa del colista.

No obstante, no creo que esta Real merezca lecturas derrotistas. Realmente, creo que merece una visión más equilibrada, porque su juego está acreditando mejores resultados de los que está sacando. Es más, me atrevo a decir que es injusto que haya sumado sólo dos puntos de los últimos doce en juego. Si repasas los partidos que hizo la Real contra el Sevilla, Betis, Barça, Rayo Vallecano (primera parte) y Levante... ¿de verdad te parece justo los puntos que ha dejado de sumar? Al menos, a mi no. Para nada. Pero la realidad es que no se vive de lo que podría haber sido, sino de lo que ha sido y es. Y lo que ha sido es una derrota 2-1 en casa del Levante. Una derrota increíble, por el dominio del juego y las ocasiones de la Real, aunque es cierto que también tuvo fallos clamorosos y regaló ocasiones a su rival que bien le podían haber machacado mucho antes; pero sobre todo por cómo llega, por uno de esos penaltis que merecen una explicación por parte del colegiado. ¡Cómo se puede pitar penalti de una acción en la que Rico tiene el balón controlado y trata de despejarlo extendiendo el brazo en una posición normal y es el rival el que va por detrás y choca con su brazo? ¿En qué cabeza cabe que ahí puede haber penalti? Supongo que en la de Alberola Rojas, que lo tuvo muy claro. Pero no me lo puedo creer. Fue el remate a un noche aciaga en Valencia.

Y así llegamos a lo de la dinámica. Porque en Valencia se repitió el patrón de las últimas jornadas. La Real genera mucho, pero marca poco... o nada. Y así es complicado pensar en Europa. El equipo de Imanol Alguacil ha sumado dos puntos de los últimos doce, y aunque es cierto que merecería tener más, la realidad es que la dinámica no deja de ser preocupante. Y os entiendo cuando expresáis vuestra inquietud. Pero en medio de esta zozobra, soy de los que intentan ver el vaso medio lleno. Me agarro a las sensaciones que me transmite la Real. A pesar de que no hay justificación para perder en el Ciutat de Valencia, creo que si la Real repite ese partido diez veces, lo ganará más veces que lo perderá. Y lo mismo pienso de los anteriores encuentros... con sus aspectos a mejorar, en el césped y en el banquillo, que tampoco estoy ciego y todo no lo hacemos perfecto, porque sino habríamos ganado la liga. Pero sí creo que, a pesar de que lo ocurrido en Valencia nos nubla la vista a todos, esta Real está viva, y llega viva al final de liga. Y quiero pensar que todo lo que no está entrando ahora, se compensará en las tres últimas jornadas y entrarán todos los goles de golpe. Y si no es así, pues entonces no merecerá sumar los puntos que necesita para volver a viajar por Europa. Y será entonces cuando deberemos explicarnos qué narices ha pasado este año con el gol. Porque ahora mismo... no me lo puedo creer.