Fútbol

1-1. Jekyll y Hyde en Can Misses

La UD Ibiza empata con el Lugo y vuelve a mostrar dos caras en su juego

Ekain manda a la red el centro de Herrera en una imagen de La Liga / Cadena SER

Ibiza

La UD Ibiza ha igualado con el CD Lugo en un partido en el que el conjunto de Paco Jémez ha jugado una pésima primera parte, se ha visto por detrás en el marcador con un autogol y ha elevado de forma notable su juego tras el descenso generando infinidad de ocasiones para haberse llevado el triunfo. El fútbol no tiene lógica muchas veces y esto puede explicar porque cambia tanto la cara de un equipo sobre el terreno de juego.

Con los deberes hechos, la permanencia asegurada, los celestes se han visto castigados muy pronto. A los seis minutos un centro de Clavería desde la banda izquierda lo quiso ceder Manu Molina a su portero y lo que hizo fue mandar el balón a la red colando la pelota por el primer palo. El choque había arrancado con el equipo gallego, que buscaba los tres puntos para certificar la salvación presionando muy arriba y encontearon enseguida el premio, Parecía que los ibicencos reaccionarían y tuvieran una buena ocasión a balón parada con un cabezazo de Goldar que se fue alto cuando estaba en buena posición para ampliar su racha goleadora.

Pero el juego local en el primer tiempo no sirve ni para hacer cosquillas al rival en el fútbol profesional. Sin intensidad, sin circular con rapidez el balón, sin desequilibrio en el uno contra uno, sin precisión en las entregas. La UD fue un desastre en todos los conceptos. Espesos la pareja de medio centros, Diop- Molina, desacertado Nono en su banda, ausente Guerrero en el enganche, sin opciones Herrera al que esperaban un bosque de piernas cada vez que interntaba encarar, imprecisos los laterales, Grima y Morillas e inseguro Domínguez en sus salidas que generaron algún susto. Nada de nada.

El Lugo jugaba con comodidad, no se veía apretado, el Ibiza, tenía posesiones largas, pero no sabía que hacer con la pelota. No chutó a puerta una sola vez en todo el primer tiempo para probar la calidad de los guantes del portero Oscar, porque careció de verticalidad. A los gallegos les faltó creérselo más en sus llegadas a las inmediaciones del área ibicenca, pero no quisieron o no supieron hacer más sangre, porque el marcador era oro en paño.

Así se llegó al descanso y la bronca de Jémez a los suyos debió ser de aupa. El entrenador andaluz optó por algo poco habitual, hacer tres cambios para el arranque de la segunda parte. Quitó a un lateral, Grima, a un pivote, Diop` y a un extremo, Nono. En realidad podía haber cambiado a cualquiera de los que habían perpetrado una primera parte pésima. Sin pócima o con ella, el Ibiza fue otro equipo en la reanudación. La entrada de Mili Villar y Davo revolucionó el juego por la banda derecha y la inclusión de Javi Lara le dio más limpieza y verticalidad a la circulación del balón.

Miki Villar se convirtió en protagonista del segundo acto, percutiendo una y otra vez por su costado, llegando hasta la línea de fondo y poniendo centros al área. Pero el gol del empate se fabricó por la otra banda y llegó enseguida. Herrera, que jugó pegado a la izquierda en la reanudación puso un buen balón al área y Ekain que sigue bendecido mandó el balón a la red. Quedaban 40 minutos y A partir de la igualada, el Ibiza desarboló al Lugo que tuvo que dar un paso atrás y aguantar como pudo la tormenta. Lo que en el primer tiempo era juego insulso ahora era verticalidad, rapidez en la circulación, buenas asociaciones y llegadas claras al marco contrario. Davo también superaba con su rapidez a la zaga visitante, pero al futbolista asturiano le falta el aplomo en la resolución para acabar bien lo que empieza.

Solo la falta de puntería local y la falta de tino en el remate evitó el segundo tanto ibicenco. Lo tuvo Javi Lara desde la frontal, lo tuvo Davo pero se topó con el portero Oscar. Tampoco acertó Guerrero, y a Goldar le sacó un cabezazo el portero gallego. En plena ofensiva local se sucedían los saques de esquina o los centros laterales y los jugadores del Lugo achicaban como podían. Cerca del final, Appin, que había salido de refresco, lo probó también desde fuera del área y el balón se marchó rozando el palo. Un carrusel de ocasiones y de buen fútbol que mereció mejor premio. Pero a los celestes les penalizó una primera parte para olvidar.

Joan Tur

Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos...