El Castilla se escapó vivo (1-1)
El Algeciras perdona ante el filial blanco y se complica el play-off

Un momento del partido / RM

Sensación agridulce en la parroquia rojiblanca tras un partido en el que a punto estuvieron de rozar la remontada. Una cantada en área propia puso el gol en bandeja para los visitantes y tras más de 50 minutos remando fue imposible pasar del empate, logrado previamente por Roni en una jugada de tiralíneas. Ambos equipos dejaron todo en el verde aunque es justo reconocer que el Algeciras dio un recital ofensivo, con palos y ocasiones que no fueron convertidas.
Parecía que ambos entrenadores dispusieron sus onces de gala. Ania, contaba de nuevo con la dupla Romero – Roni. Raúl González, con un centro del campo con Theo Zidane y Arribas, con Latasa como delantero. Pronto trataron de tener la pelota, creando superioridad en el mediocampo, con ese jugador que lleva el 10 y que está llamado a grandes cosas dando un recital de manejo y movilidad. Sin embargo, el empuje de la grada, abarrotada hasta la bandera, hizo que los de casa se hicieran con el balón, jugando por las bandas muy directos, con la idea clara de parar el ataque rival y hacer sufrir a los canteranos en el repliegue.
Tras un aviso de Renato, la ocasión más clara llegaría por la bota de Tomás, que puso un centro cargado de intención al corazón del área donde Almenara, sólo, remataba de cabeza con toda la portería para él. Luís López, el meta, sacó una mano mágica que desvió el balón, éste rebotó en el larguero y tras llegar a Romero el delantero remató al poste. Jugada rocambolesca y cargada de mala suerte. Siguió tratando de percutir el equipo local pero lo cierto es que el Castilla fue haciéndose con el terreno gracias a su rigor táctico. Los intercambios de llegadas y faltas se sucedieron y el árbitro dio una vez más una muestra de lo deficiente que es la labor de este colectivo en esta división.
Con Dotor fuera del campo debido a una lesión, la parada vino mal a los locales, la afición descansó en su ánimo y cierta frialdad facilitó el desentumecimiento de los canteranos. Arribas volvió a encontrar el espacio y sólo por banda derecha sirvió una pelota por encima de Pol para que Latasa, tras el error de medida del meta, rematara a gol. A pesar del jarro de agua fría, la afición empujó a los rojiblancos, que trataban de llegar vivos y dando muestras del cansancio y calor del ambiente. La tensión se podía cortar con un cuchillo y el árbitro, persistente en su espectáculo, se llevaba una sonora pitada una vez señalado el descanso.
La salida en la segunda parte del Algeciras no fue en tromba. Algo tramaba el cuadro de Ania cuando el objetivo primordial era hacerse fuerte desde la posesión. Renato lo intentó de cabeza pero sin éxito. Leiva, por su parte, tras una primera parte de ensueño, continuó su recital de encaradas y dribblings. En una búsqueda desesperada de desequilibrar, Yannis entró por el extremo portugués, mientras que los jugadores del Castilla perdían todo el tiempo del mundo al oír cómo el Nuevo Mirador rugía. Se estaba fraguando algo grande y el corazón rojiblanco latía con fuerza.
Se produjeron varias llegadas. La más clara fue un disparo de Almenara dentro del área que el portero despejó sorprendentemente, o una de Tomás que Romero no acertó a remata. Tras esto, una jugada recuperada por Iván, tremendo hoy, facilitó la llegada de la pelota arriba para que Borja, en un intento de bajarla, consiguiera hacerla llegar a Roni, dentro del área. El delantero batió al meta rival y propició el cántico unánime. El Mirador creía en la remontada. Además, dos jugadas fortuitas, quizás excesivamente sancionadas por parte del lamentable árbitro, dejaron al Castilla con 9 tras dos entradas, una a Romero (segunda amarilla de Theo Zidane) y otra a Tomás (roja directa a Blanco). Ania aprovechó para sacar a Tresaco y Bueno por Iván y Romero. La temporada en juego.
Con un Mirador volcado en el césped, las palmas tocando, las gargantas ardiendo, el equipo lo intentaba. Tomás, inconmensurable, pegó un disparo duro y peligroso que el meta, de nuevo, despejaba a córner. Por cierto, Leiva se vació. El extremo algecireño demostró por qué va a ser uno de los fichajes del equipo de Raúl del año que viene. Suya fue la jugada que pudo cambiar el final del cuento, cuando remató un balón centrado al segundo palo directamente al larguero. Casi. Una lástima, pero el Algeciras no consiguió superar a un rival con 9 y aún así, el estadio vitoreó a los suyos, orgulloso. Es simplemente maravilloso lo que ha hecho este equipo, llegar con opciones a la última jornada, donde hasta 5 equipos se encuentran en una distancia de dos puntos. Sólo queda aplaudir y despedir al Nuevo Mirador hasta el año que viene.
FICHA TÉCNICA:
ALGECIRAS CLUB DE FÚTBOL (1): Pol Tristán; Tomás, Mariano, Figueras, Almenara; Leiva, Iván Turrillo (Trescaco, 81’), Borja Fernández (Duarte, 73’), Renato (Yannis, 64’); Romero (Bueno, 81’) y Roni.
REAL MADRID CASTILLA (1): Luis López; Marvel, Gila, Pablo, Retuerta (Álvaro, 76’), Peter, Blanco, Dotor (Villar, 34’) (Jaume, 82’), Arribas, Theo y Latasa.
ÁRBITRO: Alemán Pérez, de Las Palmas. Amonestó por parte local Figueras (30’) y Bueno (82’) y por parte visitante a Pablo (38’), Villar (58’) y Theo (65’ y 72’). Expulsó con roja directa a Blanco por una entrada a Tomás en el minuto 79’.
GOLES: 0-1. Minuto 36. Latasa. 1-1. Minuto 71. Roni.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 37º jornada del Grupo II de Primera RFEF disputado en el Nuevo Mirador ante más de 7.000 espectadores.




