"Cualquier persona puede ayudar a una víctima de violencia de género"

Córdoba

No se trata de ser un héroe o una heroína, solo de observar las situaciones que se dan en nuestro entorno y saber cuándo es necesario trasladarlas a las instituciones que velan por la seguridad de las víctimas: los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y las administraciones.

UNA LLAMADA QUE PUEDE SALVAR VIDAS

Una simple llamada al teléfono 900 200 999 del Instituto Andaluz de la Mujer, activa toda una serie de protocolos de prevención para evitar un desenlace fatal.

Lo explica la coordinadora a del Instituto Andaluz de la Mujer en Córdoba, Lourdes Arroyo, pidiendo la máxima colaboración, no solo a las víctimas, está claro, sino a su entorno. A las personas que conozcan de esas situaciones y que quieran comunicarlas, por el bien de la víctima.

"Por muy poco que podamos hacer siempre se puede ayudar a una víctima de violencia de género", explica Arroyo.

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LA DIFICULTAD DEL CASO DE FLORINA

En el caso del asesinato de Florina, este domingo en Montemayor se mezclan muchos elementos que hablan directamente de la vulnerabilidad de la víctima.

Po un lado el hecho de que la familia apenas fuera conocida por los vecinos del pueblo.

Vivían en un entorno rural, eran extranjeros, itineraban por las campañas agrícolas por toda España y acababan de llegar a Montemayor.

Todos estos elementos dificultan la posibilidad de que la víctima tuviera contactos y pudiera pedir ayuda a otras personas, algo que sin embargo intentó hacer horas antes de que ocurrieran los hechos. Florina fue a a pedir ayuda a unos vecinos, porque temía por su vida, aunque no se decidió a denunciar.

La directora del Instituto Andaluz de la Mujer ha recordado que ante una situación como esta cualquier persona debe y prestar ayuda para advertir de la situación de la víctima.

EL 30% DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO REGISTRADAS EN VIOGÉN EN 2019 ERAN MUJERES EXTRANJERAS, LA MAYORÍA DE RUMANÍA

En 2019 el 30% de las víctimas de casos de violencia de género registrados en el programa Viogén, eran mujeres extranjeras, procedentes sobre todo de Rumanía, Ecuador y Colombia.

Otro capítulo es en qué situación quedan los hijos de la víctima y del agresor, que quedaron en Rumanía cuando sus padres se vinieron a España a trabajar en el campo.

Si estuvieran aquí, tanto el Gobierno de España como el Instituto Andaluz de la Mujer podría ofrecerles protección, como hace en el caso de las víctimas españolas, pero estando en su país, y no estando empadronados ni siquiera como residentes, la ley no lo contempla.