Todo vuelve

Jerez de la Frontera

Este fin de semana se inaugurará en el Alcázar de Jerez una nueva edición del Salón de los Vinos Nobles, y damos un paso más en el camino de la recuperación tras la pandemia que tanto estábamos esperando y que por fin se ha hecho efectiva esta primavera.

Volverán los expositores, volverán los expertos, y en ese crisol de idiomas y bodegas podremos reencontrarnos con los vinos generosos, licorosos y dulces especiales, hermanos de nuestro jerez que se producen en todos los rincones del mundo.

No sé para ustedes, pero guardo un especial cariño por este evento que tanto me tocó cubrir y desde el que tanto informé. Para mí, Vinoble no solo supuso en sus inicios esa ventana abierta a grandes vinos, a los más nobles, que te permitían hacer un recorrido único de sabores y tradiciones, sino que sobre todo supuso un espaldarazo a la autoestima, a la clase, y un empujón a sacar pecho a los vinos de la Denominación de Origen de Jerez que habían visto mermada y devaluada su imagen y su posición en el mercado.

Como ‘sherry lover’ de pro ansiaba que el jerez recuperara la posición que se merece como joya enológica única en el mundo. Y sí, fueron muchos los aspectos que contribuyeron a que llegáramos al lugar en el que estamos hoy, a la cabeza de las prescripciones de los principales expertos y en las mejores cartas. Y, sin duda, Vinoble fue uno de ellos.