Así se organizó la actuación frustrada de la pionera chirigota de internos de Puerto III en el Falla

Cádiz

La primera noticia sobre una actuación pionera en el Teatro Falla de una chirigota surgida en el centro penitenciario de Puerto III la desveló el Ayuntamiento de Cádiz el martes por la mañana. Pero esa iniciativa había empezado mucho antes. Un grupo de internos había sacado adelante, apoyados por trabajadores sociales y del centro, una chirigota. La iniciativa había salido tan bien que surgió la idea de que pudiera organizarse una salida con ellos para que actuaran en Cádiz ahora que se iba a celebrar el carnaval en el mes de junio. Tras varios intentos, la dirección de Puerto III logró reunirse con el gobierno municipal y le dio a conocer la ilusión del trabajo realizado hecho dentro de la prisión y, en esa reunión, surgió la idea que esa chirigota actuara como invitada especial antes de la última semifinal del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz del miércoles. Pero la difusión en pocas horas de las identidades de los componentes frustró la actuación y todo acabó suspendido en medio de una desolación general.

Puerto III, como todo centro penitenciario de España. busca la reinserción de sus ocupantes. Cuenta para ello con programas de reinserción social en diferentes ámbitos. Como forma de entretenimiento, de actividad cultural y de integración, la dirección de Puerto III dio el visto bueno a la formación de una chirigota entre algunos internos aficionados al carnaval. Decidieron llamar a su grupo Adivina, adivinanza S.A.. Tal era el éxito e ilusión de este programa, que la dirección decidió comunicar su existencia al Ayuntamiento de Cádiz. En una reciente reunión, se acordó que la agrupación pudiera participar en el Falla el miércoles. Puerto III no desveló al Ayuntamiento ni los nombres de los componentes ni las razones por las que entraron en prisión. Solo se aclaró que no eran personas peligrosas y que cumplían penas por delitos menores. ¿Por qué no se dieron a conocer estos datos ni el Ayuntamiento los exigió? Los programas de reinserción buscan eliminar estigmas, evitan condicionar el desarrollo del interno por sus acciones anteriores. Y, en este caso, la identidad de los componentes no debía ser relevante puesto que iban a actuar disfrazados e irreconocibles, por lo que nunca se deberían hacer conocido sus nombres, apellidos ni las causas por las que fueron apresados.

Fue el Ayuntamiento el que, unilateralmente, decidió comunicar públicamente el martes por la mañana la actuación de esa chirigota de internos. La concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, defendió la apuesta municipal por la reinserción desde los centros penitenciarios y las segundas oportunidades. "La reinserción es el verdadero triunfo del derecho penal e iniciativas como estas luchan contra el estigma que acompaña a las personas que han cumplido condena. La condena no solo tiene un componente de castigo, también de inclusión y por ella apostamos", escribió Cazalilla en sus redes sociales. Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, no difundió esta iniciativa, a pesar de que realmente la idea había salido de la dirección de Puerto III.

El anuncio de la chirigota de Puerto III fue acogido, en primera instancia, de buen agrado entre bromas y chascarrillos, pero sin excesiva polémica.

¿Qué desbarata todo? Precisamente la filtración de la identidad de varios de los componentes. Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación interna para saber si algún funcionario de la prisión o algún colectivo que defiende sus derechos desveló a varios medios de comunicación el listado de los componentes. En ese listado, se aseguraba que uno de ellos era un conocido autor de carnaval que fue condenado a más de 30 años de cárcel por haber abusado sexualmente de niños a los que conocía por formar parte de agrupaciones infantiles o juveniles dirigidas por él.

La polemica llevó al cuarteto juvenil que iba a actuar también este miércoles a decidir no salir, y madres de la cantera del carnaval iban a organizar una concentración delante del teatro para evitar que los internos pudieran cantar. El revuelo ya era tal que Instituciones Penitenciarias decidió a las pocas horas suspender esta actuación. Se había creado un ambiente tan hostil que el sentido positivo y en contra de la estigmatización de los internos que buscaba la chirigota había saltado por los aires.

El Ayuntamiento ha tratado de justificar su postura en que Instituciones Penitenciarias siempre le garantizó que los componentes eran internos con condenas por delitos menores y con penas próximas a cumplir. "Seguimos sin saber quiénes forman parte de esta agrupación", dijeron fuentes municipales, que, con todo, mantuvieron hasta la noche del martes "la mano tendida" a intentar recuperar la iniciativa "en años venideros".

La suspensión no solo ha frustrado la ilusión de los componentes de actuar en el Falla. También ha echado por tierra el trabajo realizado en estos meses en pro de la reiserción social de estos internos y los beneficios que había traído para ellos la creación de esta chirigota.