Hora 25 Granada - A Fondo
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Mariano, de Pan de Mariano: "Amo el pan, amo hacer pan"

El empresario, que comenzó vendiendo pan a los siete años sobre el capó de un coche, está a punto de abrir una nueva fábrica en Alfacar y su sexto establecimiento

Hora 25 Granada A Fondo - Mariano Moreno (30-05-22)

Granada

"Aunque lo cogía todo a la primera", Mariano Moreno abandonó el colegio en séptimo de EGB para dedicarse al negocio familiar. No había elección. Para entonces ya era todo un veterano vendedor de pan, conocedor de todos los trucos y tretas para sobrevivir cada día en el mercado ambulante que se originaba alrededor del viejo espacio de abastos de San Agustín, en Granada. "Seis tortas cinco duros, seis tortas cinco duros", gritaba Mariano encaramado a la furgoneta 4L de su padre.

La misma furgoneta que comenzó a conducir con 14 años sobre un cojín que le elevaba por encima del volante para hacer el reparto diario. "Mi padre me decía que no mirara a los guardias en los semáforos, y nunca me pararon", cuenta el empresario en la entrevista visiblemente emocionado al recordar a su padre a quien le sigue dedicando sus avances brindando al cielo si hace falta "hasta con un tercio" y a quien sigue consultando cada decisión que toma. Recuerda con la voz entrecortada que su padre, estando al final de su vida, confesó a un vecino del mercado que "lo que me más me preocupa es dejar solo a mi Marianillo, y mira, pues aquí seguimos adelante, papá".

Luego, cuando quedó prohibida y perseguida la venta ambulante, Mariano se instaló en la calle Álvaro de Bazán hace ya tres décadas, y ahí comenzó el despegue que le ha llevado hasta nuestros días. Ahora, a sus 50 años, está a punto de abrir el sexto establecimiento de Pan de Mariano y en breve mudará los hornos a la nueva fábrica y seguirá fabricando "con mis recetas". "Amo el pan, amo hacer pan. El Pan de Mariano es un sueño hecho realidad", dice conmovido. También tiene palabras para el Alfacar de su alma: "Es el mejor sitio del mundo para hacer pan gracias al agua y al microclima que genera su sierra".

Por cierto, luce Mariano en la camiseta el escudo naranja de su panadería, que es su vida, y hoy lo lleva casualmente cerca del corazón. Y sobre el negro del tejido, las motas de blanco espolvoreadas en trazos irregulares que le delatan: es harina. Mariano sigue al pie del cañón.