Los barones se vuelcan con Espadas en la campaña más difícil para el PSOE andaluz

El PSOE sabía que hoy podía quemarse —en el sentido literal— en Córdoba, donde el termómetro ha alcanzado los 43 grados. Lo que quizá no esperaba era caldear así el patio central del Palacio de Congresos de la capital de provincia con el foro Gobernanza Socialista en las Comunidades Autónomas. Siete de los nueve presidentes autonómicos del PSOE han aterrizado en el Sur para mostrar su respaldo a la candidatura de Juan Espadas a la presidencia de la Junta de Andalucía. La plana mayor del partido sabe que se la juega y mira cada sondeo interno intentando atisbar el futuro, como si de una bola de cristal se tratase. La federación socialista de Andalucía, la más numerosa y la que protoganizó la batalla más dura de la historia reciente del PSOE, afronta su campaña más difícil: la primera que hace desde la oposición y con las encuestas dejándole fuera de juego. La división de tiempos pasados es la imagen contraria a la que ha querido transmitir hoy el partido, así que desde primera hora llegaban personalidades reconocidas como la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; el expresidente del Parlamento, Juan Pablo Durán; o el ex secretario general de la provincia, Antonio Ruiz. Con retraso, falta de asientos y exceso de temperatura, el espacio congresual en la Calle Torrijos ha recibido a la militancia rasa, a cargos intermedios y a los que toman decisiones, como la Ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; o la titular de Defensa, Margarita Robles. Esta última probablemente sea la que más visitas acumula a Córdoba en los últimos meses, después de que la ciudad fuera designada como sede de la futura Base Logística del Ejército de Tierra. Para mitigar el agobio, el acto lo ha abierto una actuación musical flamenca, baile incluido a cargo de una profesional. Ninguno de los primeros espadas del socialismo se ha arrancado. Aunque sí se han ‘partido la camisa’ por su modelo de gestión. La organización ha dejado que el localismo sea protagonista, así que el acto lo ha inaugurado la número uno de la lista por Córdoba, Isabel Ambrosio, quien ha dado la bienvenida asegurando que “el 19 de junio es el momento de recuperar la ilusión de esta tierra y salvarla de unas formas de gestión leoninas”. Idea que ha respaldado la secretaria general en la provincia, Rafi Crespín, para quien “el PSOE es la izquierda útil y necesaria, con fuerza en los municipios”. Ese es el argumento fundamental de esta campaña: atizar la capilaridad del PSOE por todo el territorio. Algo que el Partido Popular ha reconocido como una “maquinaria electoral”. Y es que, dice Crespín, “nuestros alcaldes y alcaldesas y nuestros militantes no van a permitir que nadie venga a meterle fuego a esta tierra”. La dirigente socialista ha recurrido a un alusión a “la cara de ‘bobo’”, ha dicho, “con la que sale Moreno Bonilla en sus carteles” para pedirle a los asistentes que “no se dejen engañar”. Como maestra de ceremonias, la portavoz en el Senado de los socialistas, Eva Granados, ha pedido que “los andaluces se planteen, a la hora de votar, el modelo de España y de descentralización territorial que queremos”. Más contundencia ha mostrado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, quien ha hecho un intento de ‘desenmascarar’ al PP afirmando que “algún día encontraremos a Juanma Moreno en la puerta de Ferraz pidiendo afiliarse, pero no nos engañemos, porque es del PP de Feijóo, de Casado, de Rajoy, de Cospedal, de Bárcenas y del PP que se agarra a la ultraderecha”. “Aquí necesitamos a Juan dándose la mano con Pedro Sánchez”, ha dicho Rodríguez, para quien “Andalucía es socialista y necesitamos que vuelva a movilizarse”. Es el mismo mensaje que ha transmitido el candidato, que ha trazado un programa a imagen y semejanza de los logros que exhibe el Gobierno. “Moreno Bonilla nos propone avanzar, pero no dice hacia dónde ni lo que vamos a dejar atrás”, afirma Espadas, que propone “dirigirnos hacia la misma senda de la recuperación económica y fortalecimiento de las instituciones y los servicios públicos”. Así, ha apelado a “la remontada”, sabedor de que las encuestas que se publican no le sonríen y esperando “que el 19 de junio podamos sumar mi silla a la próxima reunión de presidentes autonómicos”. El presidente asturiano se ha enfrentado a los primeros momentos del acto, con medio auditorio en pie. No por aclamarle, sino por falta de butaca. “Esta es la mejor encuesta”, sentenciaba a pesar de todo, antes de centrar su intervención en política industrial. Asegura que “Andalucía necesita un proceso de reindustrialización y modernización de sus producciones”, al tiempo que advertía de la falsa complicidad de Vox con el sector primario: “No consiento a Macarena Orbán [comparando a la candidata de Vox, Macarena Olona, con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán] que nos dé lecciones de apoyo al medio rural”. Un modelo de contrastes ha sido la figura retórica escogida por el presidente canario: “Madrid nos ha maltratado cuando gobernaba el PP, pero con los gobiernos socialistas la cosa cambia”. De este modo, ha explicado cómo, “con los fondos europeos hemos contratado más de 3.000 docentes y, además, hemos bajado la ratio de alumno por aula”. De igual modo, ha puesto en valor que “en el próximo año, Canarias tendrá educación pública gratuita para niños de entre 0 y 3 años”, ha avanzado antes de dirigirse al candidato para decirle que “el día 19 descorcharemos una botella”. Si Torres se centraba en la cuestión educativa, la presidenta de La Rioja lo hacía en la sanitaria. Y se ha erigido como la líder autonómica que “arreglaba” la gestión de gobiernos populares. “Cuando empezó la pandemia nos encontramos 17 camas UCI en nuestra comunidad, mientras que a día de hoy tenemos 47 completamente equipadas”, se enorgullecía en su intervención. “La diferencia entre la Sanidad pública y la privada es que en un sitio evalúan si hacerte o no otra resonancia por su elevado coste, mientras en el otro te la hacen sin dudar”, afirmaba al tiempo que apelaba al miedo, “porque todo lo que hemos ganado se desmonta en un pis-pás”. De este modo, ha llamado a los presentes “a trabajar con los que no están convencidos, con los que no están hoy aquí presentes”. Un testigo que ha recogido Francina Armengol, presidenta de Baleares, quien ha ensalzado al candidato a las autonómicas, “que está aquí para construir más Igualdad y cohesión social, no para ponerse de perfil”. Y ha recordado a los presentes que “las elecciones son en una semana, por lo que tenemos que estar todos trabajando hasta el último minuto”. “Es verdad que ha sido una legislatura complicada, pero unos hemos gestionado y arrimado el hombro mientras otros confrontaban”, ha dicho remarcando su “orgullo de ser socialista, especialmente en estas semanas”, ha dicho, “cuando al fin hemos presentado un proyecto para abolir la prostitución, porque los cuerpos de las mujeres ni se compran ni se venden”. El presidente de Aragón ha iniciado su discurso alabando a Carmen Calvo, “persona que siempre estuvo muy pendiente de nuestra autonomía”, para asegurar que la organización territorial de España guarda mucha relación con Andalucía. Aunque también halagaba a otros, como a Felipe González, “un andaluz que nos hizo socialdemócratas”. O a los anteriores presidentes andaluces: “El milagro aquí se debe a cuarenta años de Gobernanza del PSOE, no a los últimos tres años, así que tenemos que estar orgullosos de nuestro pasado, desde Escuredo hasta Susana Díaz”, ha exclamado entre aplausos. El Estado Autonómico, dice Lambán, “nos ha sentado bien, especialmente a aquellas comunidades que más necesidades teníamos”, decía señalando a Andalucía como la más beneficiada. Y marcando distancia también con gobiernos autonómicos del PP, aseverando que “aquellas autonomías que más se quejan son las que han sido más beneficiadas a lo largo de la historia”. El presidente valenciano, por su parte, ha reivindicado la importancia del 28 de febrero de 1980 “como un acto fundamental para el Estado autonómico”. Cree, según ha expresado en el foro, que sin esa marca en el calendario “lo que hubiéramos tenido es una España en diferentes velocidades”. “Ahí quien estuvo fue el PSOE” ha dicho Puig, que define el voto a Juan Espadas como “el del Empleo, el de que no haya prostitución y el de construir nuevos horizontes para los jóvenes. En este décimo día de campaña, era importante la presencia del presidente de Extremadura. El candidato del PSOE-A se ha referido a su forma de hacer política en varias ocasiones durante la campaña y lo toma como referente. Durante su intervención, ha señalado que “los avances sociales como el matrimonio entre personas del mismo sexo o la Ley de Dependencia tienen firma socialista”. Por ello, ha instado a los presentes ”a decidir entre progreso o regreso”, porque dice, “lo peor de los gobiernos de derechas no es lo que se ve, sino todo lo que no se ve”. Además, Fernández Vara reconocía la importancia de los comicios, definiendo el 19-J como un “momento crítico” por cómo se encuentra el panorama político español y lo que puede suponer el resultado de las elecciones andaluzas en clave nacional. Al acto de esta mañana no han podido asistir ni el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que tenía un viaje agendado; ni la gobernante de Navarra, María Chivite. Y así ha cerrado el fin de semana previo a las elecciones el Partido Socialista, que hoy exhibía unidad interna tras haber mostrado músculo popular ayer en Cártama (Málaga), donde un acto con el presidente del gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, reunió a más de 3.000 personas en un mitin en la Plaza del Santo Cristo.

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Un acto en el palacio de congresos de Córdoba exhibe unidad interna del partido y el candidato llama a "la remontada"

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