El tono de la campaña
La firma de Miguel Pérez en Hoy por Hoy Jerez
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La firma de Miguel Pérez en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Hablo de la campaña política para las elecciones en Andalucía, sobre la que en COAG tenemos como siempre especial interés. Todos conocemos la importancia del sector agrario en Andalucía y el peso que tiene el mismo a nivel nacional. Más o menos y en números gordos somos un tercio del total, por lo que se nos denomina “el granero español”.
Cada vez se habla más del sector agrario y no siempre fue así, lo que debemos celebrar todos por nuestro bien, los del campo y los urbanitas.
Pues bien, y volviendo al título, estoy viviendo la campaña electoral andaluza de una forma distinta a las anteriores; el tono es muy diferente, y se agradece. Se agradece que no se haya establecido ese nivel excesivamente alto y agresivo que en la mayoría de las ocasiones impide que se analicen las propuestas de una manera tranquila.
Y ¿qué se debe este cambio? Se me ocurren varias razones, pero destaco solo algunas:
- A la propia personalidad de la mayoría de los candidatos. Claramente, cuatro de ellos son personas de diálogo y de corte moderado, lo que no quita que sus mensajes sean claros y distintos entre sí. Y ello impregna un tono moderado también.
- A que al partido del gobierno le interesa este ambiente electoral. Así es porque la propia inercia que genera el statu quo es positiva para quien, no solo no se ha desgastado en San Telmo, sino que ha crecido en expectativas. Además, necesita distinguirse de VOX y, sin hacer ruido y sin cometer errores, lo consigue.
- A que vivimos un momento post pandémico que lo contamina todo, incluyendo a la campaña, de manera que el ambiente general es de decaimiento, de desánimo, de rareza. No olvidemos que ya antes de la pandemia veníamos viviendo el denominado desapego político, que también suma.
- Y a que las ideologías se diluyen y, por tanto, cada vez es más difícil conseguir una polarización política. Nos guste o no, “el 78” queda cada vez más lejos. Hemos entrado de lleno en un momento político distinto, que requiere una nueva política.
Con seguridad existirán más motivos que los analistas políticos conocerán, pero me quedo con lo positivo del tono de la campaña: a los electores nos permite centrarnos en las distintas propuestas y analizar sin ruido cada uno de los programas. Un cambio que nos viene bien a todos porque la tranquilidad siempre es buena compañera, sobre todo cuando se trata de toma de decisiones importantes. A ver si cunde el ejemplo para las campañas venideras.




