En campaña

Jerez de la Frontera

Últimos días de campaña antes de las elecciones autonómicas del domingo. Elección tras elección, me pregunto si realmente vale para algo el despliegue de viajes, mítines y promesas que los políticos lanzan en las dos semanas de campaña, si realmente le sirven a alguien para decidir el sentido de su voto. Como periodista, entiendo que los mensajes y los mítines son un espectáculo del que sacar las noticias del día, pero ¿realmente influyen en el voto?

Desde mi punto de vista, los votantes no tienen en cuenta las promesas electorales ni las dos semanas de campaña, sino su propia ideología ya definida previamente y las repercusiones que, en su vida diaria de los últimos meses y años, les ha dejado cada partido con sus acciones y omisiones.

De los programas electorales nadie se acuerda, y los mítines son solo escenificaciones donde van los ya convencidos de cada partido, y no un lugar donde realmente alguien vaya a escuchar propuestas para los próximos cuatro años antes de decidir el sentido de su voto.

¿Vale la pena que un candidato recorra miles de kilómetros en dos semanas para encontrarse con sus propios compañeros de partido en los mítines? ¿Habría otro formato más adecuado a la realidad que ahorrase tiempo y dinero en cada cita electoral? ¿Quién le pone el cascabel a este gato?