Moreno logra una histórica mayoría absoluta, frena a Vox y hunde a la izquierda
El presidente de la Junta acierta con su llamada al voto útil y podrá gobernar en solitario. El PSOE baja del millón de votantes y pierde casi 1.300.000 apoyos en una década
Sevilla
El Partido Popular logra en Andalucía el desideratum político que parecía inalcanzable en esta comunidad, gobernada ininterumpidamente durante 37 años por el PSOE. Tras una legislatura en coalición con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox, Juan Manuel Moreno logra una histórica mayoría absoluta y podrá gobernar en solitario con el objetivo añadido de frenar a Vox, como hizo Feijoo en Galicia y Ayuso en Madrid. La extrema derecha, lejos de beneficiarse del efecto Macarena Olona, sufre el bluf Olona tras una campaña errática desde su discutidísimo empadronamiento en Salobreña hasta su fallida participación en los debates electorales. Sólo sube dos diputados, muchos menos que las expectativas que había barajado el partido de extrema derecha. La llamada al voto util de Moreno ha sido un acierto que ha calado en la ciudadanía andaluza al quedarse con todos los votos de CS que desaparece del Parlamento andaluz al perder los 21 diputados que tenía y que sufre el abrazo del oso del Partido Popular que capitaliza la valoración positiva que tienen los andaluces de la gestión del Gobierno andaluz en los últimos 4 años. El todavía vicepresidente de la Junta Juan Marín ha presentado su dimisión en todos sus cargos orgánicos en la formación naranja.
El PSOE sigue bajando su suelo electoral y no llega al millón de votantes después de una campaña tardía de Juan Espadas, que empeora los resultados de Susana Díaz, al repetir la estrategia del oso que hiverna y que solo despierta en elecciones que ya no le renta a los socialistas. El PSOE pierde más de 100.000 votos respecto a 2018 y casi 1.300.000 apoyos en una década, desde 2012, en una comunidad que ha sido históricamente el principal granero de votos de los socialistas. Pintan también bastos para la izquierda alternativa que sufre los estragos de su división. Pierde más de la mitad de sus parlamentarios cuando sumando los porcentajes de Por Andlaucía -confluencia de IU, Podemos, Más País, Equo y dos confluencias andalucistas-, Adelante Andalucía y Andaluces Levantaos alcanzan un 13 %, solo unas décimas menos que Vox, que, por la Ley Dont, doblaría en diputados a la izquierda fragmentanda.
El mapa de Andalucía cambia completamente de color: se tiñe por completo de azul tras ganar el PP en provincias siempre socialistas: Sevilla, Jáen y Huelva. El bloque de derechas se lleva casi 70 % de los parlamentarios, el bloque de izquierdas 30%, lo que confirmaría no sólo una gran desmovilizacion del votante de izquierdas, sino también un posible cambio sociológico en Andalucía que ha perdido el miedo histórico de votar a las formaciones de derecha.