El Tribunal Supremo da la razón a un gaditano que tuvo que ir a trabajar durante meses en bicicleta de madrugada desde Cádiz a San Fernando

Cádiz

J. M. era trabajador de limpieza en la tienda de Zara de la calle Columela, en Cádiz, con una empresa subcontratada por Inditex para que llevase a cabo esos servicios. Cuando la tienda cerró, le comunicaron que sería trasladado al centro más cercano, en el centro comercial Bahía Sur de San Fernando. Sin coche, ni moto, ni cualquier otra posibilidad de disponer de un vehículo privado. se vio obligado a utilizar un taxi para acudir a trabajar, puesto que su turno era nocturno, a partir de las 3 de la madrugada.

De media, al mes, llegó a gastar más de 500 euros; la mitad de su nómina, pagando cada día 20 euros de taxi. Fue entonces cuando, con la ayuda del letrado Juan Manuel Espinosa Quintana, trataron de encontrar una solución llevando a la empresa al Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (SERCLA). Su reclamación no prosperó y entonces acudieron a la vía judicial, presentando una demanda en el Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz, que terminó desestimándola, "pese a que disponían de informes de la Inspección de Trabajo que les daban la razón", según el letrado Espinosa. El juez alegó que no existía suficiente separación de kilómetros entre la vivienda del trabajador y el centro de trabajo como para considerarlo un caso de movilidad geográfica.

Desde el momento en que la demanda fue desestimada, el empleado empezó a ir a trabajar cada madrugada en bicicleta "desde el centro de Cádiz hasta Bahía Sur" atravesando el parque natural por el carril paralelo a la vía del tren y a la carretera que une San Fernando y Cádiz. Esa era su única forma de ir al trabajo sin gastar más de la mitad de su nómina en un taxi.

Paralelamente, el letrado recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que sí acogió las alegaciones y el criterio de la Inspección de Trabajo de Cádiz que, según el abogado, consideró que se trataba de una circunstancia especial y que sí había movilidad geográfica porque entre ambos puntos está el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. El tribunal andaluz revocó la sentencia del juzgado gaditano y condenó a la empresa a pagar los más de 2.500 euros que ha gastado el trabajador desde finales de 2020 para poder ir en taxi.

Su empresa siguió recurriendo. Lo hizo ante el Tribunal Supremo, que ha inadmitido ese recurso de casación, refrendando el fallo del TSJA, que además de obligar a pagar ese dinero que ha gastado, ofrece al empleado la posibilidad de irse de su empresa con veinte días por año trabajado o seguir contratado y que la empresa le pague el transporte que utilice de aquí en adelante para ir a su centro de trabajo.

Es una sentencia peculiar, por tener en cuenta el parque natural que permite considerar un caso de movilidad geográfica aunque no se superen los 30 kilómetros entre ambos puntos. El caso puede brindar a otras personas la posibilidad de recurrir si se encuentran en situaciones similares, trabajando en turno de noche y viviendo y trabajando entre Cádiz y San Fernando.